Según el órgano colegiado, alimentarlos genera graves impactos tales como intoxicaciones, alteración de su comportamiento y dificultad para adaptarse a su hábitat natural.
Ante la proximidad de la Semana Santa, período en el que muchas familias visitarán playas y montañas, el Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica (Colvet) insta a las personas a disfrutar del avistamiento de fauna silvestre sin intervenir en su alimentación, con el fin de proteger su salud y bienestar.
El Dr. Santiago García Dobles, médico veterinario y miembro del Consejo Nacional de Médicos Veterinarios de Fauna Silvestre (CONMVEFAS) del Colvet, explicó:
Costa Rica alberga aproximadamente el 6% de la biodiversidad mundial en solo el 0.03% de la superficie terrestre del planeta, consolidándose como uno de los países más biodiversos del mundo. Para promover una convivencia armoniosa entre seres humanos y animales silvestres, es fundamental comprender los riesgos de alimentarlos. Esta es una práctica común en todo el país, especialmente en sitios turísticos y zonas urbanas cercanas a corredores biológicos”.
De acuerdo con el órgano colegiado, existen diversas prácticas erróneas en la alimentación de animales silvestres, entre ellas:
- Ofrecerles frutas: Las frutas que consumen las personas no siempre son seguras ni adecuadas para los animales silvestres, ya que no cubren sus necesidades nutricionales.
- Pensar que "ayudamos": Los animales silvestres saben cómo encontrar su alimento. Al alimentarlos, alteramos su comportamiento natural y dificultamos su adaptación a su hábitat natural.
- Basura al aire libre: Atrae a animales (como mapaches, zorros y aves) quienes pueden ingerir sustancias tóxicas.
- Colocar comederos: Esto fomenta la dependencia de los animales y altera sus patrones naturales de alimentación.
- Compartir comida de mascotas con animales silvestres: Esto aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades entre animales silvestres y domésticos.
Consecuencias graves para los animales silvestres
El Dr. Santiago García Dobles explicó que “aun cuando dar de comer a un animal silvestre, en la mayoría de los casos responde a un gesto bien intencionado o inocente, lo cierto es que alimentar a estos animales, genera graves consecuencias en su salud, entre muchos otros impactos negativos”. Entre estos se ubican:
- Pérdida de sus habilidades naturales: Los animales se vuelven dependientes de las personas y pierden su capacidad para buscar alimento por sí mismos.
- Cambios en su comportamiento: Pueden volverse hostiles o agresivos si esperan recibir alimento, poniendo en riesgo a personas y otros animales.
- Desequilibrio en el ecosistema: La alimentación artificial puede alterar la cadena alimenticia y la relación depredador-presa, provocando un crecimiento descontrolado de ciertas especies y afectando los hábitats.
- Estilo de vida sedentario: Al reducir su necesidad de desplazarse en busca de alimento, se vuelven más sedentarios, lo que impacta su salud.
- Problemas de salud: El consumo de alimentos inadecuados puede causar malnutrición, enfermedades e intoxicaciones
- Riesgo de enfermedades: El contacto cercano entre animales y personas facilita la transmisión de enfermedades bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias.
- Peligro por acercarse a zonas urbanas: Los animales acostumbrados a la presencia humana corren mayor riesgo de ser atropellados, electrocutados o atacados por perros.
Recomendaciones para una convivencia sana con la fauna silvestre
Adicionalmente, desde el órgano colegiado aconsejaron lo siguiente:
- Observe desde la distancia: Disfrute y observe la riqueza natural a distancia, desde un lugar seguro, sin intervenir en el comportamiento natural de los animales.
- Practique turismo responsable: Respete las normas de los sitios turísticos y los espacios naturales.
- Maneje adecuadamente los residuos: Utilice basureros cerrados para evitar que los animales silvestres tengan acceso a los desechos.
- Proteja la comida de sus mascotas: No deje el alimento de su mascota al aire libre y evite posibles altercados o enfermedades.
- Contribuya a su hábitat natural: Siembre árboles frutales y otras plantas nativas para promover hábitats urbanos saludables donde los animales puedan alimentarse de forma natural.
“Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia: estas pequeñas acciones contribuyen a que futuras generaciones puedan disfrutar de la majestuosidad de nuestra fauna silvestre. Cuidarla no es solo proteger a los animales; también, es proteger el equilibrio de nuestro entorno y el legado que queremos dejar al mundo”, concluyó el Dr. García Dobles.