Un estudio The Skin Cancer Fundation señala que entre el 20% y 30% de las células cancerígenas se encuentran en lunares existentes, mientras que del 70% al 80% surgen en piel aparentemente normal.
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la piel se expone a mayores riesgos, como la deshidratación, el envejecimiento prematuro y las quemaduras solares. En Costa Rica, el cáncer de piel se ha convertido en una preocupación significativa de salud pública.
Cada año se diagnostican con cáncer más de 13.000 personas y cerca de 6.000 costarricenses mueren por esa enfermedad, de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), el ente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Dra. Laura Garzona, dermatóloga del Hospital Metropolitano, explicó:
La exposición al sol sin la debida protección es el principal factor de riesgo para el cáncer de piel. Es fundamental adoptar hábitos de cuidado diario para prevenir daños a largo plazo y, además, auto revisar su piel y estar atentos a cambios en manchas o lunares”.
Además, para mantener una piel saludable y reducir el riesgo de este tipo de cáncer, la experta recomienda tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Protección solar diaria: Es fundamental aplicar protector solar con un factor de protección (SPF) de al menos 30 y aplicar nuevamente cada dos horas todos los días, especialmente después de nadar o sudar. También se recomienda el uso de gafas de sol, sombreros y ropa ligera que cubra la piel para reducir la exposición a los rayos UV.
- Hidratación constante: El calor y la exposición al sol pueden provocar deshidratación. Es importante beber suficiente agua durante el día y utilizar cremas hidratantes que ayuden a mantener la piel nutrida y protegida.
- Limpieza y exfoliación adecuadas: Durante el verano, el sudor y el uso de productos solares pueden obstruir los poros. Se recomienda limpiar la piel con productos suaves y exfoliarla una o dos veces por semana para eliminar células muertas y favorecer su regeneración.
- Alimentación saludable: Consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, puede ayudar a proteger la piel del daño solar y mejorar su apariencia. Además, los ácidos grasos esenciales presentes en alimentos como el aguacate y los frutos secos contribuyen a mantenerla hidratada.
- Evitar la exposición al sol en las horas pico: El sol es más intenso entre las 10:00 a. m. y las 4:00 p. m. Durante este período, se recomienda buscar sombra o permanecer en interiores para minimizar el riesgo de daño cutáneo.
“Además, la innovación de tecnologías médicas como Foto Finder permite detectar lesiones precancerosas y cancerosas en la piel de una manera ágil y rápida para llevar un control dermatológico. Estos son oportunidades de diagnóstico temprano que pueden marcar la diferencia en la detección y tratamiento del cáncer de piel”, agregó la Dra. Garzona.
Cuidar la piel en verano no solo ayuda a prevenir problemas a corto plazo, como las quemaduras solares, sino que también protege contra el envejecimiento prematuro y reduce el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Siguiendo estos consejos, es posible disfrutar de la temporada con una piel sana y radiante.