Giselle Alpízar aseguró al Consejo Superior de Educación que podría existir una “redundancia en el currículo de temas de educación sexual” con el nuevo programa de educación religiosa.
Un criterio técnico presentado por cuatro funcionarias del Ministerio de Educación Pública (MEP) cuestiona las afirmaciones realizadas por la viceministra Académica, Giselle Alpízar Elizondo, al Consejo Superior de Educación (CSE) durante la sesión en la que se acordó derogar el Programa de Educación para la Afectividad y la Sexualidad Integral, y su eventual sustitución por el nuevo Programa de Educación para la Paz y la Convivencia.
El pasado 29 de enero, la entonces ministra de Educación, Anna Katharina Müller, anunció el Programa de Estudio de Educación para la Paz y la Convivencia, como nuevo programa de educación sexual, y aseguró que este incluiría aspectos de prevención de embarazos en adolescentes, la prevención de infecciones de transmisión sexual, decisiones con consentimiento, respeto en las relaciones afectivas, y paternidad y maternidad responsables.
Sin embargo, un informe técnico (del cual Delfino.cr tiene copia) evidencia que los temas básicos de la educación sexual integral quedaron relegados en el nuevo programa. El informe señala que durante la sesión del CSE la viceministra Alpízar aseguró:
Hay redundancia en el currículo de temas de educación sexual. En primaria se ve en la asignatura de Ciencias, en secundaria se ve adicionalmente en Psicología, Orientación y Educación Cívica, por lo que se debe proceder a una revisión integral de la enseñanza de la afectividad y sexualidad en los programas e incluir los temas necesarios en los programas de estudios de Ciencias y Biología de Tercer Ciclo de Educación Diversificada”.
Las afirmaciones se dieron en el marco de la solicitud de la entonces ministra de Educación, Anna Katharina Müller Castro, quien pidió al CSE la derogatoria del Programa de Educación para la Afectividad y la Sexualidad Integral.
El informe detalla que la viceministra académica señaló durante esa discusión, que era “oportuno realizar una revisión preliminar de las competencias y áreas temáticas (conocimiento, habilidad, actitud, valor), incluidas en el Programa de Educación para la Paz y la Convivencia, de manera que no se “redunde” en temas que ya están considerados en otros programas de estudio, por ejemplo, lo contenido en el reciente programa de estudio de educación religiosa”.
El informe señala que, al referirse ante el CSE la viceministra trajo a colación el nuevo programa de educación religiosa señalando que, según Marco Fernández Picado, jefe del Departamento de Educación Religiosa, este programa:
Fortalecerá habilidades y competencias de los estudiantes para resolver problemas, pero sobre todo promoviendo una cultura de paz consigo mismo, con los demás, con el entorno ecológico y con su Creador o sus Valores más Sagrados”.
Al respecto, el informe añade que “llama la atención que, dentro del equipo de trabajo designado para la elaboración del citado programa, no se haya considerado al personal de la Dirección de Desarrollo Curricular para acompañar su labor, pese a las funciones establecidas en el Decreto 38.170 sobre la organización de Oficinas Centrales”.
Dato D+: El Decreto 38.170 define la organización administrativa de las oficinas centrales MEP.
El informe añade que la viceministra Académica manifestó durante la sesión del CSE:
En los centros educativos se está enfrentando violencia y bullying que está afectando a los miembros de la comunidad educativa y es necesario promover soluciones integrales. Es necesario enfrentar la violencia y el bullying con un programa actual y de interés social que, mediante la formación de estudiantes, los ayude a estar en el centro del proceso educativo conforme a lo establece la Política Educativa, brindando condiciones para que sean los mismos estudiantes que actúen para eliminar la violencia”.
Por esas afirmaciones, el informe cuestiona a la viceministra señalando:
Resulta absolutamente contradictorio que, la señora Alpízar manifieste su preocupación por el aumento de los casos de violencia, pero que presente como propuesta la eliminación de los programas de estudio de Afectividad y Sexualidad Integral, programas que incluían el tema considerando las particularidades de la violencia contra las mujeres y de otras poblaciones".
Adicionalmente, el informe cuestiona la frase “Todas las personas somos diferentes pero iguales en dignidad, derechos y deberes” (nuevo principio rector del MEP), recordando que "para materializar esta igualdad deben considerarse las diferencias existentes o situaciones particulares de cada persona o grupo".
El informe añade que las funcionarias consideran “absolutamente contradictorio que se pretenda promover la aceptación de la diversidad negándola, invisibilizándola y “homogenizando” -palabra utilizada por la señora viceministra-, y que cuando se habla de diversidad es igualar todas las vivencias, sin considerar las interseccionalidades”.
Sobre los contenidos del nuevo programa, el informe detalla:
En el programa propuesto no existe una sola mención acerca de la diversidad sexual u otras, a pesar de que los datos de la Contraloría de Derechos Estudiantiles también dejan claro que la discriminación y la violencia contra población LBGTI, es una realidad que enfrentan las personas estudiantes en el sistema educativo”.
El informe señala que “en atención a las omisiones detectadas y a la declaración de la viceministra Académica, Sra. Giselle Alpízar Elizondo, en la sesión ordinaria número 3-2025 del Consejo Superior de Educación (CSE), en la que se expuso que este programa busca reemplazar los Programas de Afectividad y Sexualidad Integral, se concluye que el Programa de Educación para la Paz y la Convivencia no reemplaza los programas derogados. La exclusión de contenidos clave en salud sexual, diversidad, identidad de género, derechos sexuales y reproductivos, entre otros, representa un retroceso normativo y pedagógico significativo”.
El informe técnico fue firmado por la jefa del Departamento de Salud y Ambiente Dirección de Vida Estudiantil, Tatiana Cartín Quesada, la jefa de la Unidad para la Promoción de la Igualdad de Género, Adriana Sequeira Gómez, la asesora Nacional de Educación Especial Departamento de Apoyos Educativos para el estudiantado con discapacidad, Celia Jiménez Hidalgo, y la asesora Nacional de Psicología Departamento de Tercer Ciclo y Educación Diversificada, Yeimy Quesada Campos.