Yoon Suk Yeol llevaba semanas atrincherado en su residencia junto a su servicio de seguridad.

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue detenido este miércoles por la mañana (hora local de Corea) en una extensa operación de las fuerzas del orden en el complejo presidencial, tras semanas de resistencia y enfrentamientos legales relacionados con la investigación por la imposición de la ley marcial el mes pasado.

En un mensaje de video grabado antes de ser trasladado a la sede de la Oficina de Investigación Anticorrupción, Yoon denunció que "el estado de derecho se ha derrumbado completamente en este país". Sus abogados intentaron evitar la ejecución de la orden de detención, ofreciendo su cooperación para que se presentara de manera voluntaria, pero las autoridades rechazaron la propuesta.

La Oficina de Investigación Anticorrupción para Altos Funcionarios informó que Yoon fue detenido cerca de tres horas después de que cientos de agentes ingresaran al complejo residencial en el segundo intento de detenerlo, esta vez sin encontrar una resistencia significativa. Una caravana de vehículos negros escoltados por la policía fue vista saliendo del complejo, y uno de los automóviles llegó posteriormente a la sede de la agencia en Gwacheon, una ciudad cercana a Seúl.

Yoon se había refugiado en la residencia de Hannam-dong, en la capital, mientras prometía "luchar hasta el final" contra los intentos de derrocarlo. Justificó la declaración de la ley marcial el 3 de diciembre como un acto legítimo frente a una oposición "antiestatal" que, según él, utilizaba su mayoría legislativa para bloquear su agenda.

La agencia anticorrupción lidera una investigación conjunta con la policía y las fuerzas armadas para determinar si la declaración de ley marcial de Yoon constituye un intento de rebelión. Las autoridades han señalado que la resistencia previa de Yoon a responder a citaciones justificaba medidas más contundentes.

El miércoles por la mañana, decenas de agentes y oficiales de policía superaron las barreras en el complejo presidencial, incluyendo autobuses dispuestos por el servicio de seguridad presidencial. Los investigadores finalmente lograron ingresar a la residencia tras un enfrentamiento que duró varias horas.

A pesar de que existía una orden judicial para su detención, el servicio de seguridad presidencial defendió su negativa a cooperar, citando su deber de proteger al presidente suspendido. Las autoridades, sin embargo, advirtieron que cualquier intento de obstrucción podría resultar en arrestos.

El 14 de diciembre, la Asamblea Nacional, dominada por la oposición, votó por abrirle un juicio político a Yoon bajo cargos de rebelión, suspendiendo inmediatamente sus poderes presidenciales. Actualmente, su futuro político está en manos de la Corte Constitucional, que comenzó las deliberaciones para decidir si confirma su destitución o lo reinstala en el cargo.

La primera audiencia formal del caso, celebrada el martes, concluyó rápidamente debido a la ausencia de Yoon. La siguiente sesión está programada para el jueves, y el tribunal continuará con el proceso, independientemente de su asistencia.