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Profesionales hacen un llamado para que las personas aprovechen cualquier espacio en sus hogares para producir alimentos

En un contexto donde muchas familias se esfuerzan por cumplir con todos los compromisos financieros, enfrentando el alto costo de vida, los profesionales en nutrición hacen un llamado a la población para que prioricen la compra de productos naturales en su presupuesto mensual destinado a la alimentación. 

Esto como una manera de contrarrestar el consumo excesivo de productos procesados y ultraprocesados, que aunque son de fácil acceso y visibilidad, no aportan los beneficios nutricionales necesarios para un estilo de alimentación saludable.

La Dra. Marcela Dumani Echandi, representante del Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN), explica:

Uno de los rubros que representan una mayor inversión en los hogares es la alimentación. De ahí la importancia de la manera en que las familias gestionen sus recursos e incluso las habilidades y los conocimientos, para poder satisfacer de la mejor manera sus necesidades nutricionales”.

La nutricionista agrega que es ahí donde surge la economía familiar como un concepto de gran importancia para la seguridad alimentaria y nutricional en el hogar, la cual consiste en el acceso a una canasta básica de alimentos nutricionalmente adecuada, variada, segura, suficiente y culturalmente aceptable, de manera estable durante el año, pudiendo también satisfacer de manera consistente otras necesidades humanas, en forma sostenible.

Los alimentos naturales, como frutas, verduras, granos y legumbres, no solo son más nutritivos, sino que también pueden ser más económicos a largo plazo al contribuir a una mejor salud y reducir gastos en atención médica por enfermedades relacionadas con la mala alimentación.

El CPN brinda las siguientes recomendaciones para promover la economía alimentaria en los hogares:

  • Aprovechar cualquier espacio para producir alimentos para la familia. Buscar alternativas para la producción en espacios limitados (como por ejemplo en macetas).
  • Planificar la alimentación de la familia, de tal forma que no se compren productos innecesarios o que se vayan a desperdiciar.
  • Tener cuidado con las ofertas: no todo lo que brilla es oro. Hay que sopesar si la oferta es saludable y si realmente ayudará a ahorrar o más bien generará un gasto innecesario y desperdicio.
  • Aprovechar los alimentos preparados que no han sido consumidos en su totalidad por la familia y que han sido almacenados correctamente. Pueden ser reutilizados como tal, pero también, a partir de ellos se pueden preparar nuevos platillos, utilizando la creatividad.
  • Apoyar las ferias del agricultor.
  • Practicar, promover y apoyar la lactancia materna. Ser conscientes de:
    1. ¿Cuánto y cómo aporta la leche materna al bebé en comparación con una fórmula láctea?
    2. ¿Cuánto cuesta alimentar a un lactante con fórmulas?
    3. ¿Qué representa el uso de fórmulas para la seguridad alimentaria y nutricional de la familia?

La Dra. Dumani menciona además que, entre los principales errores que cometen los hogares, relacionados con la economía familiar, destacan ir a comprar alimentos sin una lista, recargar la responsabilidad de la alimentación de la familia en una sola persona, no fijarse en la fecha de vencimiento de los alimentos y tener regímenes de alimentación muy monótonos, que no permitan aprovechar los alimentos de temporada ni la diversidad y oportunidades que brinda la oferta. Además, que permite jugar con los costos.

Existen muchas prácticas que las familias, sin distingo de la cantidad de sus ingresos económicos, pueden implementar en sus casas y maximizar los alimentos que pueden adquirir de acuerdo con su presupuesto financiero. Para esto es muy importante generar consciencia sobre la importancia de informarse y educarse en temas de nutrición, especialmente en relación con las propiedades nutricionales de los alimentos y la diversidad de maneras de preparación”, concluyó la representante del colegio profesional.