María Cespedes juega como lateral para el equipo de Puerto Viejo FC. Su debut en primera división lo realizó jugando con el Municipal Pococí. En ese tiempo, solía caminar varias horas desde su natal Talamanca, cruzando ríos y viajando en varios buses para llegar a los entrenamientos del club en Guápiles, Limón. Su excompañera Regina Lobo, capitana del Municipal Pococí, también tiene una rutina parecida. Regina, además de trabajar, es madre de dos hijas y estudia una carrera universitaria. 

Paula Coto y Emilie Valenciano, jugadoras de la Liga Deportiva Alajuelense, se levantan cada día a las cuatro de la madrugada para entrenar a las 5:30 a.m. en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), ubicado en Turrúcares de Alajuela. Al finalizar la sesión, todavía en plena mañana, cada una de las futbolistas debe trasladarse a sus otros empleos, emprendimientos, responsabilidades y formas de ganarse la vida. Muchas de ellas estudian, todas deben acomodar sus horarios para el fútbol. 

A pesar de la dedicación y el sacrificio de cada jugadora en primera división, la organización del fútbol femenino se ha visto debilitada en los últimos meses por diferentes problemas que incluso han dado luces de que el campeonato podría detenerse o desaparecer, luego de años de lucha por buscar la profesionalización. 

Crecimiento sin planificación 

Durante los últimos 10 años, después de que Costa Rica fue sede de los mundiales femeninos sub-20 en 2022 y sub-17 en 2014, la liga femenina comenzaba a proyectarse como un producto atractivo y estable, que captaba la atención de la afición y los medios de comunicación. Los nombres de distintas jugadoras se volvieron populares para la gente e incluso se logró catapultar a muchas futbolistas a nivel internacional. 

Sin embargo, presa de la falta de planificación estratégica, el año 2024 desnudó falencias y puso en la vitrina la posibilidad de que el campeonato se frenara o incluso desapareciera

Mónica Malavassi, exjugadora, analista y exgerente deportiva del Herediano, atribuye este crecimiento también a factores como la clasificación de selecciones nacionales femeninas a torneos internacionales, que significaron una oportunidad para nuevas generaciones de futbolistas. Sin embargo, percibe también un leve declive de esta disciplina en la actualidad. 

En medio de todo este crecimiento nos faltó planificar y nos fuimos con la emoción de que lo que pensé que me iba a morir sin ver lo estaba viendo. Lamentablemente, cayó la pandemia y eso definitivamente afectó, pero la emoción de que de repente todos los partidos de la jornada estaban en televisión fue una abundancia”

Además, agregó:

Lo voy a llamar abundancia, porque no era que tal vez se viera abundancia en dinero, pero había abundancia en atención, en intenciones… pero no lo llevamos a cabo con un plan y eso hace que vivamos lo que estamos viendo ahorita” 

Al respecto, el fiscal de UNIFFUT Víctor Alfaro dijo que la crisis no es tan grande como para desaparecer el torneo, y reconoció que debe hacerse una reingeniería

Todo esto que pasa con el fútbol femenino pasaba con los hombres en los inicios, pero la gente no quiere entender que eso no es ningún caos, que eso no es ninguna crisis del fútbol femenino”

Foto : Marcela Bertozzi

Año inestable 

El 2024 marcó una página de inestabilidad para el desarrollo del campeonato nacional femenino. Una insuficiencia de recursos fue denunciada por clubes como Dimas, Pérez Zeledón, Pococí, Saprissa y Tsunami Azul, quienes estuvieron a punto de suspender el torneo e incluso publicaron una carta para dar a conocer su posición respecto a un Plan Remedial cuyo objetivo era conseguir un aporte de $75.000 para continuar con la segunda vuelta del torneo de Clausura 2024 de primera división, así como también dar inicio a la temporada de Alto Rendimiento.

Durante este mismo año, la Unión Femenina de Fútbol (UNIFFUT) ha sancionado con expulsión a Desamparados-P.Z. y Tsunami Azul, por incumplimientos en cuanto a falta de jugadoras inscritas, impago de multas e incomparecencias. 

Además, en enero de 2025 el Deportivo Saprissa anunció la disolución indefinida de su equipo femenino mayor, aduciendo la necesidad de impulsar transformaciones estructurales en esta disciplina deportiva.

A pesar de que las acciones de uno o dos clubes no implican una mala gestión del fútbol femenino en general, estas situaciones afectan la imagen del mismo.

No hay que asustarse porque un equipo o dos no hagan bien las cosas, si mientras tanto los otros seis equipos están haciendo las cosas bastante bien”, comentó al respecto Víctor Alfaro

Luchar por lo básico 

Además, existen desigualdades palpables. No solamente por la brecha salarial, característica del fútbol femenino a nivel global, si no también en el día a día de las condiciones de las jugadoras locales.

Al respecto, la capitana pococeña Regina Lobo señala:

Somos un equipo de primera división y entrenamos en media cancha, nunca tenemos el espacio completo. No podemos entrenar en las noches porque no nos dan luz. Yo como referente y como capitana he sido testigo que hemos peleado por tener, no las mismas condiciones, porque se sabe que el fútbol masculino evidentemente genera más apoyo y demás, pero sí por lo menos las básicas que son cancha, luz y camerinos.” 

Lobo agrega que incluso hasta hace poco les permitieron el uso de camerino propio para cambiarse, lavarse y bañarse:

Primero solo nos dieron como la primera etapa, que fue como un cajón, pero eso para nosotras fue súper importante porque ya teníamos por lo menos donde bañarnos, dónde cambiarnos. Antes era limpiarse con un pañito e irse así para el colegio, porque yo en ese entonces iba al nocturno. En otros casos difíciles, muchas hasta con la menstruación y demás, tener que mojarse y limpiarse así, de verdad era no tener donde ni tan siquiera cambiarse"

Compromiso ante la adversidad 

Algunos clubes poseen recursos y voluntad para invertir en sus equipos femeninos, mientras que otros no les suelen dar prioridad. Finalmente, existen clubes que a pesar de no contar con muchos recursos se sostienen a base de los esfuerzos de jugadoras y dirigentes. 

Hay equipos como Alajuelense y Sporting que aseguran a toda su planilla y cumplen con la legislación laboral del país. Mientras tanto, el Deportivo Saprissa recientemente realizó ajustes presupuestarios en el equipo femenino que provocaron la salida de varias jugadoras, y el Club Sport Herediano disolvió su equipo femenino a partir del 2024, luego de presentar un ambicioso proyecto deportivo. 

Carlos Avedissian, director técnico del Puerto Viejo FC, menciona que los proyectos de este tipo requieren compromiso y seriedad de cada parte involucrada.

Tenemos que ver muy bien cuáles son los objetivos de cada uno que emprende un proyecto de estos, porque si vos emprendes un proyecto para buscar beneficios personales es muy difícil que el proyecto vaya a caminar o vaya a funcionar. Si vos querés un equipo y vos tenés intenciones de manejar un equipo, tu plataforma y tu planificación para poder ejecutar tienen que ser completamente sólidas… vos tenés que dar ejemplo"

Avedissian sostiene que el proyecto de Puerto Viejo es un proyecto sociocultural en el sentido de que procuran rescatar a las jugadoras de la zona que están fuera de la zona.

La idea es que no solamente jueguen fútbol, sino que tengan una posibilidad de estudiar, de capacitarse, de tener empleo dentro de la organización… y sobre todo darle al pueblo lo que el pueblo le ha dado a la gente”

Al respecto añade Avedissian:

Yo creo que también aquí a veces se interviene, o se juzga, o se trata de cortar un proyecto como el fútbol femenino, cuando muchas, te diría la mayoría de las muchachas que juegan, han logrado becas de estudio, han logrado ser profesionales por el fútbol femenino. Muchas de repente vienen con problemas en sus hogares. A veces vos te encontrás con muchas cosas donde el compromiso es mayor en el sentido de que no solamente sos entrenador. Muchas veces tenés que ser como padre, muchas veces tenés que ver cómo se solucionan muchos problemas para que ellas entrenen a diario” 

Regina Lobo también reflexionó sobre los esfuerzos que realizan las jugadoras de Pococí:

Nosotras siempre hemos implementado hacer actividades y bingos donde las niñas se llevan cartones de bingo y los venden, se hacen colectas de alimentos y se venden en el bingo. Se hacen rifas, y así hemos logrado sostener la liga menor. Por supuesto con la ayuda de los papás y algunos patrocinadores, que gracias a ellos se logra sostener lo que es la primera división”

El rol de la prensa deportiva 

Los canales de televisión tienen un papel decisivo en la exposición del fútbol femenino. Su carácter de medios de comunicación masiva representa la posibilidad de que las jugadoras y sus clubes se den a conocer a las grandes audiencias deportivas del país. Al mismo tiempo, como toda empresa privada, su interés primario recae en ratings y lucro mediante espacios publicitarios, pues cada transmisión representa una inversión de recursos humanos y capital para hacerla posible. Esta dualidad de finalidades implica una particularidad que puede ser un vicio y a la vez una virtud. 

Actualmente, únicamente el canal TDMás transmite fútbol femenino esta temporada. Se trata de dos de los ocho equipos que disputan el torneo: Saprissa y Alajuelense. Cuando Tigo Sports, el canal que transmitía al Municipal Pococí, no renovó el contrato con el equipo, las jugadoras perdieron los fondos que cubrían sus gastos de viáticos en cada jornada. No obstante, ellas mismas realizan rifas y bingos continuamente para reunir dinero suficiente y poder costear estas cuotas, tal como lo señala la capitana Lobo.

Dejar de recibir ese patrocinio fue bastante difícil para nosotras porque casi que ese patrocinio era para las jugadoras, para los viáticos. Ahora la situación ha sido muy difícil económicamente, al punto que nosotras terminamos este torneo sin viáticos, sabiendo que teníamos que sacar de nuestra bolsa para poder entrenar y bueno, otras situaciones” 

 

Adriana Hernández, periodista deportiva, reitera que es un tema complejo con varios factores:

Es un todo, es un conjunto. No hay un culpable, o sea hay muchos actores que son culpables, y que si no se unen y no se hace una sinergia, va a ser imposible que esto crezca” 

Hernández también menciona la competitividad del torneo como elemento clave para el interés de las audiencias.

No hay gracia en un deporte colectivo donde solo gane al final un equipo, sobre todo cuando es una disciplina que está en auge"

La periodista también resaltó la importancia de asesorar a equipos y jugadoras en términos de manejo de prensa y relación con los medios, reiterando que la profesionalización también es parte de esto. 

Hernández enfatizó igualmente la necesidad de una planificación con plazos y objetivos por parte del ente rector del torneo.

Si no hay un plan desde la liga profesional como lo es la UNIFFUT, por más esfuerzo de los equipos, de las televisoras, de la afición y de cualquier persona que esté involucrada, al final si la propia liga femenina no tiene un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo, esto no va a crecer.”

A fuerzas de necesidad 

Muchos equipos, particularmente fuera del Valle Central, procuran establecer acuerdos con comercios locales que les apoyan en algunos aspectos. Si bien, esto suele constituir sólo una parte de las necesidades económicas de los clubes. 

En la actualidad, la disminución de los patrocinios representa un desafío significativo para los clubes, ya que limita su capacidad para generar los recursos necesarios que garanticen la estabilidad del torneo. Esta problemática afecta directamente la sostenibilidad del fútbol en el ámbito nacional. 

Además, el fútbol nacional suele estar marcado por un abordaje empírico en la gestión deportiva. Esta carencia de profesionalización dificulta la implementación de estrategias técnicas y administrativas, lo que se traduce en la ausencia de asesorías especializadas y una falta de planificación formal en áreas clave como el mercadeo.

Sobre esto existen posiciones encontradas. Víctor Alfaro, actual fiscal y expresidente de la UNIFFUT sostiene que:

Los equipos tienen que ir aprendiendo que ellos tienen que generar sus propios recursos. Si estamos en una parte como Pococí o como Escazú, hagamos identidad y tengamos un equipo que el pueblo apoye. Ese trabajo la liga femenina no se lo puede hacer a los equipos. La gente tiene que entender que ellos tienen un proyecto y que lo hagan”

En este tema, Malavassi reconoce que hubo ciertas equivocaciones.

Lo que faltó fue ese liderazgo de decir: okay, unámonos. Tenían ahí al frente la oficina de la Liga de Ascenso, que para mí es un ejemplo de visión en el sentido de que la Liga de Ascenso decidió que los derechos televisivos se negocian en conjunto. La televisora que quiera transmitir el Ascenso firma con los 18 equipos y el dinero que da la televisora se divide entre 18 equipos. O sea, el contrato se divide entre 18 equipos y los 18 equipos reciben eso así perfectamente… creo que desde el punto de vista empresarial faltó esa visión.” 

La exjugadora también destacó ejemplos de otros países como México, Colombia y Estados Unidos, en donde se han realizado reformas y ajustes a nivel de organización para optimizar la formación de jugadoras locales y la competitividad de los torneos, así como la rentabilidad en la generación de recursos.

Ligas menores: una apuesta al futuro 

Las ligas menores desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del fútbol femenino, ya que son la base para identificar y formar el talento desde edades tempranas. Estas categorías permiten que las jugadoras adquieran habilidades técnicas, tácticas y físicas esenciales. Al contar con estructuras sólidas en las ligas menores, se garantiza un flujo constante de talento que nutre las categorías superiores y la selección nacional, contribuyendo al crecimiento sostenible del fútbol femenino. 

Foto : Marcela Bertozzi

Alfaro afirmó que en Costa Rica hay alrededor de 5.000 jugadoras federadas, y en cuanto a jugadoras informales asegura que la cifra es el doble.

La cantidad de jugadoras que existen en este país es inimaginable. La gente no sabe el proyecto que existe en este país de fútbol femenino a nivel de ligas menores. Las jugadoras que van saliendo con grandes condiciones no salen por casualidad. Una niña, para que llegue a jugar fútbol en una selección Sub-17 ha trabajado 10 años por lo menos"

Sobre este aspecto agrega el entrenador Avedissian:

Vos no podés esperar que las jugadoras te lleguen, vos tenés que salir a buscar. [...] A nivel de selecciones menores hemos perdido ese liderazgo en la zona. Hemos perdido lo que nosotros siempre tuvimos que era una gran diferencia”, concluyó.

La conquista del balón 

A pesar de las diferentes opiniones sobre las problemáticas actuales, existe un consenso entre las figuras protagonistas del torneo de primera división en que es necesario tomar medidas concretas para garantizar el crecimiento del fútbol femenino. Esto implica definir una estrategia clara que permita abordar las principales necesidades y desafíos estructurales del deporte. 

Una de las prioridades identificadas es el fortalecimiento del mercadeo, tal como señalaron Regina Lobo y Carlos Avedissian. Esto incluye dotar a los equipos de herramientas efectivas para atraer patrocinadores, aumentar su visibilidad y llegar a nuevas audiencias. 

Para corresponder y compensar debidamente el esfuerzo y sacrificio diario que realiza cada una de las jugadoras en su respectiva jornada, es crucial garantizar condiciones laborales dignas. A ello se agrega la importancia de acuerdos colaborativos entre UNIFFUT y los clubes, incluyendo la implementación de asesorías técnicas en gestión deportiva. 

Paralelamente, se debe fomentar el desarrollo de programas juveniles para nutrir la liga con nuevo talento. Estas acciones requieren una planificación a largo plazo, acompañada de inversión sostenida y compromiso, siguiendo un modelo que permita construir un fútbol femenino profesional y sostenible en el tiempo.