Evento se llevará a cabo a partir de las 7:00 p.m. en el Lobo Mestizo, Salón Mesoamérica.
El libro fue editado por el escritor Gustavo Solórzano-Alfaro y cuenta con ilustraciones de cubierta y a lo interno por el diseñador gráfico y artista Alex Molina.
La presentación estará a cargo de los poetas Mía Gallegos y Carlos Villalobos. Todas las personas que deseen asistir, pueden hacerlo; la entrada es gratuita.
Sobre el autor
Rodrigo Zúñiga nacido en 1982, oriundo de Pococí, fue miembro del Círculo de Poetas Costarricenses y del Taller Literario Poiesis. En el 2013, obtuvo el primer lugar en el Certamen Literario Brunca en su XXX edición en el género de Poesía (Universidad Nacional) y en el 2023, fue galardonado en el Certamen de Poesía Virginia Grütter (EUNED).
Ha publicado diversos libros de poesía:
- Deshojar el reloj (EUNED, 2013).
- El otro Damián (EUNED, 2016).
- Fueron todas las cosas (Valparaíso Ediciones, 2023).
- Finge que no estoy (EUNED, 2024).
Valoración sobre el libro
Según la poeta colombiana Fadir Delgado Acosta: "Hay quienes afirman que la poesía está en aquello que no se dice. Y esa expresión hace resonancia en cada uno de los textos que conforman "Finge que no estoy" de Rodrigo Zúñiga. El poeta hace las cortadas precisas, sabe dónde dejar el intersticio para que la luz se filtre y las imágenes se conviertan en un territorio de doble fondo. El autor logra desdoblarse en voces femeninas que configuran tres nombres en un mismo yo poético. Lo anterior evidencia que Zúñiga recurre a una perspectiva poética arriesgada, pero que maneja con el rigor que la escritura exige. Ya lo dijo el poeta egipcio Edmond Jabès: “Donde no hay riesgo, no puede haber escritura”. Y ese riesgo, Rodrigo no solo lo asume en el manejo del yo poético, también en la manera en que estructura la obra: con precisión sabe en qué lugar establecer los puentes para pasar del verso a la prosa sin afectar la tensión poética de su propuesta. Estas páginas, sin duda, confirman que la obra debería lograr tal autonomía, que el autor termine siendo un tipo de circunstancia; algo así como quien traza las palabras sin respirar, sin ruido; como quien dice en voz baja: abre el libro y “finge que no estoy”.
Breve muestra de la obra
Estábamos bajo cero; Reikiavik era un congelador.
Sentía una colmena en el rostro y las manos dormidas
por las suaves hebras de hielo que tejen el asombro.
La nevada era hermosa, los árboles, las casas,
las calles cubiertas de nieve.
El lago congelado era imponente. Era el miedo
de dar un paso en falso.
Ese que te congela por un instante. Era ese miedo.
Claro que el lago
es una metáfora, claro que también la felicidad.
Y todo lo que hacemos
para acordarnos de la vida o para olvidarnos
de la muerte".
Las personas interesadas en el libro pueden adquirirlo en la página oficial de la EUNED.