El sistema electoral en Costa Rica, administrado por el Tribunal Supremo de Elecciones, establece que para todos los puestos de elección popular el voto es de tipo único, secreto y directo. Único porque se vota por un solo candidato o partido; secreto para garantizar la libertad del votante, y directo porque es personal. Sin embargo, la cualidad de voto único podría ser reformada para considerar alternativas que respondan de forma más efectiva ante desafíos como el abstencionismo, la representatividad y la polarización.

Dentro de la teoría de la elección social existen diversos mecanismos de sufragio y entre ellos destaca el denominado “voto aprobatorio” (en inglés, Approval Voting) que permite al votante realizar una elección múltiple, es decir, se “aprueba” a uno o más candidatos o partidos que se consideren aceptables e igualmente gana quien recibe más votos. Esta posibilidad (que en el esquema actual haría que el voto fuera nulo) ofrece la oportunidad de aprovechar los siguientes beneficios:

  • Más opciones: a diferencia del voto único, con el voto aprobatorio se puede elegir a uno o más candidatos considerados aceptables, permitiendo a los votantes expresar tolerancias en lugar de preferencias.
  • Aumenta el valor de cada votante: el voto aprobatorio permite elegir a múltiples candidatos, por lo que todos los candidatos tienen mayor incentivo para acercarse a los votantes de otros partidos y buscar consensos.
  • Combate la polarización: con el voto aprobatorio la estrategia de dividir al electorado no ofrece ventajas a ningún candidato o partido, lo que inhibe las campañas negativas y la polarización.
  • Menor abstencionismo: la posibilidad de votar por más candidatos aumenta las probabilidades de que el votante sienta satisfacción con el resultado y perciba que su voto cuenta.
  • Mayor representación: con el voto aprobatorio se promueve una mayor representatividad de las preferencias del electorado sin penalizar a candidatos o partidos de tendencias similares.
  • Aplicable a múltiples ganadores: el voto aprobatorio puede adaptarse a un esquema de representación proporcional para candidaturas plurinominales (diputados y regidores).
  • Simplicidad: el voto aprobatorio es sencillo de explicar y entender, lo que minimiza las confusiones en el electorado. Tampoco se altera la logística del conteo y recuento de votos, a diferencia de los mecanismos por ranqueo.
  • Menores costos: el voto aprobatorio no requiere cambios en el formato de las papeletas actuales de votación y haría innecesaria la segunda ronda electoral, ahorrando recursos y tiempo.

El esquema de voto aprobatorio ya se implementa de forma exitosa en las ciudades estadounidenses de Saint Louis (Missouri), y Fargo (Dakota del Norte) y se está promoviendo en California. También ha sido un método utilizado para la elección del secretario general de las Naciones Unidas. En Costa Rica podría aplicarse inicialmente en elecciones municipales para evaluar los resultados de previo a una elección presidencial.

Aunque ningún sistema de votación sea perfecto, estando a las puertas de un nuevo ciclo electoral, una reforma para sustituir el voto único por el voto aprobatorio ofrece ventajas comparativas que valdría la pena considerar como una medida puntual que contribuiría a fortalecer la confianza en la democracia costarricense ante los retos de nuestros tiempos.

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