En Costa Rica, construimos un sistema de seguridad social referente a nivel regional. Sin embargo, esa edificación, en otro tiempo sólida, muestra grietas cada vez más profundas. Hoy nos enfrentamos a una triple amenaza que pone en jaque la sostenibilidad y equidad de nuestro modelo de pensiones: la precariedad del Régimen No Contributivo (RNC), la tambaleante situación del principal sistema de pensiones, el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), y la decisión gubernamental de no honrar la deuda del Estado con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En el corazón de esta crisis, el envejecimiento acelerado de nuestra población y la inacción gubernamental agravan el panorama.
La crisis del Régimen No Contributivo: ¿una bomba de tiempo ignorada?
El RNC, diseñado para proteger a las personas en situación de pobreza extrema, está experimentando una crisis alarmante. Actualmente, este régimen atiende a más de 150,000 personas, principalmente adultos mayores, quienes reciben una pensión apenas de 82,000 colones mensuales, cifra que está lejos de cubrir las necesidades básicas.
Según información dada a conocer por la prensa recientemente, el RNC inicia el 2025 sin reservas, de hecho, acumula a octubre del 2024, un déficit de 43.164 millones de colones, el más alto de la última década. Jaime Barrantes, gerente de pensiones de la CCSS, aceptó que el faltante con que arranca el RNC supera los 18,000 millones de colones. El incremento de nuevos jubilados al sistema, que implica un alza en el pago de beneficios, aunado al aumento en el pago del subsidio del seguro de salud para la atención médica de los pensionados, asumido por el sistema, explican el origen del desequilibrio.
Si bien en los últimos cinco años se entregaron, anualmente, 5.500 nuevas pensiones (en promedio), la CCSS tiene una lista de espera de 30.000 ciudadanos que ya presentaron su solicitud de pensión por el RNC. Ellos, deben esperar entre dos y tres años para que se les responda; de acuerdo con la demanda deberían entregarse cerca de 10 mil nuevas pensiones cada año, aceptó Barrantes.
Más claro no canta un gallo, el RNC está en un punto de inflexión. Barrantes anunció sobre el estado precario de esas finanzas a Hacienda y la necesidad de presupuestar recursos adicionales. La pensión mensual de 82.000 colones podría verse disminuida a 73.576 colones, para empezar.
El IVM: una torre tambaleante
Por su parte, el IVM, del que dependen más de 1.5 millones de personas, enfrenta su propia tormenta perfecta. El último estudio actuarial revela el fondo podría agotarse en 2037 si no se implementan reformas estructurales. Las razones son claras: el envejecimiento de la población, una baja tasa de natalidad y un mercado laboral caracterizado por la informalidad.
El envejecimiento poblacional es un factor determinante. Actualmente, un 12% de la población costarricense tiene más de 65 años, se espera este porcentaje se duplique para 2050. Esto significa habrá menos personas en edad de trabajar para sostener a un número creciente de pensionados. Además, el IVM enfrenta retos como la reducción en las cotizaciones debido al aumento del trabajo informal, que afecta al 45% de la población económicamente activa.
Adicionalmente, la decisión del Gobierno de no pagar la deuda histórica que mantiene con la CCSS, estimada en más de 2 billones de colones, profundiza la crisis financiera de ambos regímenes. Este incumplimiento limita gravemente la capacidad de la CCSS para cumplir con sus obligaciones actuales y futuras, lo que afecta tanto al RNC como al IVM.
A esto se suma la imposibilidad fiscal del Estado para financiar las cotizaciones de los seguros estatales, incluyendo el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y del sistema de pensiones, lo que agrava aún más el panorama.
Llamado a la acción inmediata
Resulta incomprensible que, ante una situación tan apremiante, el Gobierno permanezca inmóvil. La crisis del RNC y del IVM no es un problema futuro; ya está aquí. Y mientras tanto, los adultos mayores, quienes deberían disfrutar de una vejez digna, viven con angustia y privaciones.
Es imperativo tomemos medidas inmediatas para garantizar la sostenibilidad del RNC y del IVM. Estas podrían incluir:
- Revisar, darle sostenibilidad y aumentar las pensiones del RNC, asegurando al menos cubran la línea de pobreza definida por el INEC, que actualmente se estima en 140,000 colones mensuales.
- Establecer una contribución solidaria para las altas pensiones del sector público y privado, destinando esos recursos al RNC y al IVM.
- Combatir la informalidad laboral, promoviendo incentivos fiscales para la formalización y asegurando más personas contribuyan al sistema de pensiones.
- Fomentar una reforma integral del IVM, que contemple la edad de jubilación, el monto de las cotizaciones y una mejora en la administración de los recursos.
- Exigir al Gobierno el pago inmediato de la deuda con la CCSS, estableciendo un plan financiero responsable que garantice la sostenibilidad del sistema.
Envejecimiento de la población: un desafío que debemos enfrentar juntos
Costa Rica tiene la oportunidad de liderar con soluciones innovadoras y solidarias el reto del envejecimiento poblacional. Es momento que dejemos de ver a nuestros mayores como una carga y los reconozcamos como los pilares que construyeron el país que hoy disfrutamos. Garantizarles una vejez digna no es solo un acto de justicia, sino una obligación moral y social.
Señor presidente, la inacción ya no es una opción. El colapso del RNC y del IVM podría significar no solo una crisis social sin precedentes, sino también el fin de la paz social que ha caracterizado a Costa Rica. Es momento de actuar con valentía y responsabilidad, antes de que sea demasiado tarde.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.