Jean Pierre Gay Díaz es un franco-costarricense de 13 años que forma parte del Coro de Niños de la Catedral de Notre-Dame.
Jean Pierre Gay Díaz, un joven franco-costarricense de 13 años, vivió una experiencia única el pasado 7 de diciembre en la reapertura de la Catedral de Notre-Dame, en París, Francia.
Gay Díaz forma parte de las etapas previas al Coro de Niños de la Catedral de Notre-Dame desde hace siete años. Una semana antes del incendio que consumió parte de este Patrimonio de la Humanidad, en abril de 2019, el tico había sido elegido en la fase más importante del coro.
Rocío Díaz, madre de Jean Pierre, comenta que su hijo estaba muy emocionado cuando fue seleccionado, pero esto se vino abajo cuando las llamas llegaron a Notre-Dame.
Desde entonces, pasaron cinco años, hubo ensayos virtuales y con cubrebocas debido a la pandemia, y la catedral resurgió. En ese tiempo los oficios, las misas, los conciertos, y más actividades salieron de la Catedral a distintos puntos de París.
Gay Díaz pudo volver a Notre-Dame y describió a este medio de comunicación que entrar fue algo impresionante.
Se me paró el corazón. Es uno de los mejores momentos de mi vida. Lo disfruté mucho".
El adolescente, que cumplirá 14 años el próximo mes de enero, comentó que antes del concierto hablaba con sus padres y sus compañeros del coro sobre las personalidades que estarían presentes en la catedral, de lo bonita y limpia que lucía la infraestructura, y de la gran acústica en su interior.
La ceremonia de reapertura contó con una vigilia en un evento donde participaron dignatarios y personalidades internacionales y el clero. Entre las personas presentes estaba el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, la primera dama saliente, Jill Biden, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el príncipe William del Reino Unido, el multimillonario empresario, Elon Musk, la actriz mexicana, Salma Hayek, y muchas personas más.
Gay Díaz destaca que cuando el arzobispo abrió la puerta de la catedral "fue muy bonito el canto que cantamos. Estaba muy emocionado porque fue un momento histórico".
Estaba muy feliz. Quería dar todo mi corazón porque hacía muchos años quería cantar ahí".
A Rocío Díaz se le quiebra la voz cuando le consultamos sobre sus sentimientos de ver a su hijo cantando en ese momento histórico. Comenta que para ella la música del coro la hace conectar con lo "divino" y que al caer en cuenta que una de esas voces es de su hijo, lo hace mucho más significativo.
Detalló que el coro canta música que está escrita especialmente para los oficios de la catedral y mucha de esa música existe desde la época medieval. "Ellos son como los guardianes del patrimonio musical de la catedral. Es el corazón de la existencia del coro", dijo la madre.
Es un orgullo que no le puedo ni explicar. Nosotros como papás para seguir el ritmo del coro tenemos que estar muy comprometidos. Los más comprometidos son los niños ya que tienen horarios muy cargados físicamente. Yo siento mucha admiración por él y lo que ha logrado".
Diaz compartió que Jean Pierre asiste a una escuela especial en la que el horario es de 8 de la mañana a 12 medio día y que, cuatro días a la semana asiste a clases de canto, de solfeo, de coro, entre otras. Además realizan el Oficio de las Vísperas (constituyen la oración de la tarde, cuando ya declina el día) todos los viernes; también tienen ensayos extras cuando hay conciertos, o fechas especiales como Semana Santa, Pascua, Navidad, por ejemplo.
Ella mencionó que el proceso de selección de todos los coristas es muy riguroso y son muy pocos los elegidos. Tras varias audiciones se valora si cantan afinado, si tienen potencial, el ritmo, la vocalización, entre otros.
En el caso de Jean Pierre el interés por el canto nació en el seno de su familia. Su hermana mayor Sophie también es cantante y estuvo en el mismo coro durante muchos años.
Rocío cuenta que, cuando llegó a Francia, en sus primeros años de expatriada, acudía a la Catedral Notre-Dame buscando refugio y el calor de la familia. En una ocasión asistió con su hija quién se mostró maravillada con el coro y le dijo a sus padres que quería participar. Ella fue aceptada y posteriormente fue la inspiración para que su hermano siguiera sus pasos.
Díaz comentó que, aunque sus hijos nacieron en Francia, intentan visitar Costa Rica cada vez que pueden para fortalecer el lazo. Además de que cuando organizan actividades con la comunidad tica en Francia ellos participan y se sienten identificados con el país.
El Coro de Niños de la Catedral de Notre Dame va de los 8 a los 16 años. Posteriormente hay audiciones para un Coro de Jóvenes.