La catalana Irene Solà publicó a mediados del 2023 su magnífica novela Te di ojos y miraste las tinieblas (Editorial Anagrama), una novela corta, 176 páginas apenas, pero bellísima, magistralmente escrita, de lo mejor que he leído recientemente. Todo narrado poéticamente, con gran riqueza léxica, construcciones muy bien logradas que difuminan el tiempo, la historia y la cultura de Cataluña.

La obra transcurre en la masía Clavell escondida en la sierra de les Guilleries (Cataluña), una masía es una casa rural enorme, típica de Cataluña y Valencia. En esa masía varias generaciones de mujeres ven pasar la violencia de sus tiempos, cazadores de lobos, el demonio, brujas, la soledad, la tristeza, las guerras, la impunidad, la autora realizó una profunda investigación de las leyendas y la cocina catalana, y estas enriquecen la novela. 

Los capítulos se titulan Madrugada, Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer, Noche, y es el tiempo de un día, uno del presente, que es a su vez muchos días pues el tiempo se extravía y se confunde, desde un pasado remotísimo hasta el presente, donde los fantasmas de esas mujeres lidian con sus rencores e intentan explicar un presente que las dejó atrás hace décadas, de hecho, siglos. Y a la vez hacen cabrito asado y otras delicias culinarias.

La primera de esas mujeres, Joana, hizo un pacto con el diablo para conseguir marido, un marido completo. El diablo le dio un marido, Bernardí, pero le hacía falta un dedo del pie. Joana quiso ser astuta y le dice al diablo que incumplió, pues no le dio un marido completo. Pero el demonio tomará su venganza: todos sus hijos estarán incompletos. A Margarida, le falta un pedazo de corazón, a Blanca, la lengua, Esperança, el hígado, al heredero, el culo. Y las siguientes generaciones no tendrán mejor suerte: el amor por la madre, una oreja, el nombre, el sentido del tacto, un trozo de pierna, las pestañas, la cola de cabra (hay que leer para entender por qué Dolça debió tener cola de cabra), la memoria.

Con Joana conocemos lo agreste y violento de esas montañas, donde su esposo caza lobos. Con la desaparición de Bernardí llegará Francesc Llobera, hombre malvado al que conocerán como “el Clavell”. Con una de sus fechorías llegará Elizabeth a la masía, abusada y embarazada, y en la persecución contra el Clavell, Margarida, torturada por las autoridades, decidirá cerrar la masía al mundo, lo que no impedirá que los hombres de la casa crezcan y, eventualmente, la desobedezcan con consecuencias terribles. Los hombres de la casa morirán siempre lejos, hasta el demonio acabará por irse; las mujeres de la casa, en cambio, morirían en la masía y nunca la dejarán, como fantasmas se harán en la muerte la compañía y la camaradería que se hicieron en vida. Precisamente en el tiempo presente de la novela, están cocinando para recibir a la última de ellas, que no tarda en morir. 

La novela está muy bien escrita, inundada de figuras poderosas, poesía tras poesía, que atrapa al lector en un mundo de tinieblas, misterios, donde todo ortiga y arde, menos la masía, el calor de ese hogar sostenido a pulso por esas mujeres contra toda la violencia que vivió España durante esos siglos, demonios, intolerancias, dictaduras, rapiña. La novela exuda folclor, leyendas, supersticiones, todo mezclado no en una olla de brujas, sino en exquisiteces que se describen a detalle: Irene Solá llevó a cabo una investigación profunda de las leyendas y la cultura culinaria de les Guilleries, una combinación que me parece acertadísima ¿no son las leyendas aquello que nos contamos al comer alrededor de un fuego? Solà nos hace vivir eso, en un tiempo tan distinto. 

Y respecto al tiempo, hay que insisitir, el lector debe acercarse a esta novela como quien se acerca a un laberinto, pues hay idas y venidas, presente, muchos pasados ¿No es así el tiempo de los muertos? En mi caso decidí, durante mi segunda lectura de esta obra, construir un árbol genealógico. Ayudas así evitarán perderse, y si el lector se pierde, recomiendo releer para disfrutarla nuevamente. 

Irene Solà fue para mí el mayor descubrimiento literario de este año, he adquirido su novela previa Canto yo y la montaña baila, publicada también por Anagrama y que, si por un título tan exquisitamente construido se puede pronosticar algo, creo que será también impactante. Compartiré luego mi reseña de esta novela.