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Señalan que esta práctica no es saludable, por lo que  instan a comer sin remordimientos, pero sin caer en excesos.

Cuando inicia la época navideña, a menudo se relaciona esta temporada con alimentos que nos van a hacer “perder la dieta”, siendo este tema una preocupación constante, en muchas ocasiones.

Precisamente, se suele tener la idea de que "dieta" es sinónimo de dejar de comer, que es algo temporal y que conlleva una lista de alimentos "prohibidos” o “permitidos”. Sin embargo, los nutricionistas recalcan que la dieta consiste en comer bien, sin excesos, pero sin remordimientos, y en donde comamos de todo un poco, involucrando todos los grupos de alimentos, de forma moderada.

La obsesión por comer saludable o, en el otro extremo, mantener una alimentación desmedida, son prácticas que pueden afectar nuestra salud física y mental. Por ello, el Colegio de Profesionales en Nutrición hace un llamado para que, durante las vacaciones, comamos sin remordimiento y de una forma balanceada, para que la alimentación no se convierta en una tortura y, por el contrario, podamos disfrutar siempre lo que comemos.

La doctora Mónica Valverde, representante del Colegio de Profesionales en Nutrición, expresó:

Es importante que en esta época, dejemos de lado la mentalidad "dieta", que podría hacernos caer en algún trastorno de conducta alimentaria. Si bien es cierto, es fundamental cuidar nuestra alimentación, la clave está en disfrutar lo que comemos, haciéndolo de forma moderada, en cuanto a cantidad y frecuencia, y comiendo despacio para llegar a un nivel de saciedad, en el que podamos comer de todo y sin culpa o remordimiento”.

La nutricionista recalca que “dentro de todo balance, hay algo de desbalance”, refiriéndose a que ningún extremo es bueno, y agrega que pensar constantemente en que “no puedo comer” un determinado alimento, puede generar más tentación y llevarnos a comer en exceso.

Por eso, para estas vacaciones, los profesionales en Nutrición hacen un llamado a no enfocarse sólo en las restricciones, pero sí a buscar un balance que nos permita comer de todo, un poco. 

De esta manera, los expertos brindan una serie de recomendaciones para implementar durante la época navideña, de manera que la alimentación no sea una tortura o un motivo de obsesión:

  • Comer despacio y con calma, para poder saborear los alimentos. Si ya llegó a la saciedad, no coma en exceso; no tiene que comerse todo lo que hay en el plato.
  • Evitar comer frente a alguna pantalla, para permitir esa conexión con nuestro cuerpo y llegar a saciarnos. Tome en cuenta que el cuerpo tarda, aproximadamente, 15 minutos en enviar la señal del estómago al cerebro, indicando que estamos saciados. 
  • Evitar comer de forma emocional  y sin tener hambre. Muchas veces, se suele comer sólo por una emoción intensa, ya sea tristeza, preocupación, entre otras. Cuando comemos por un impulso emocional, la mente inconscientemente va a buscar alimentos ricos en azúcar y grasa, porque generan dopamina (hormona que induce la sensación de felicidad). Esto nos puede hacer sentir bien, de forma momentánea, pero luego viene la culpa y el remordimiento.
  • Buscar actividades que generen placer y que sean diferentes al comer.
  • Incorporar todos los grupos de alimentos en su dieta: harinas (arroz, avena, trigo, maíz y derivados), leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos, soya); tubérculos (papa, camote, tiquizque , elote, etc), futas y vegetales; alimentos de origen animal como los lácteos y las carnes; las grasas y, en menor proporción, el grupo de azúcares.

Para los nutricionistas, la principal recomendación es disfrutar lo que se come, y no sólo durante las vacaciones, sino también, de forma permanente. En ese sentido, recuerdan que no hay alimento buen o malo, y que la clave está en comer de forma moderada y balanceada.