Esteban Cordero es dueño del Restaurante don Luis en San Isidro de Heredia.
En medio de la pandemia pasó lo inesperado; tras gastar 10 mil colones en lotería navideña y bromear con que si salía premiado no iba a trabajar el día siguiente, la suerte cayó de su lado.
"Un sueño materializado en San Isidro de Heredia tras un premio de lotería de 200 millones y adquirir un restaurante", dijo Esteban Cordero, dueño del Restaurante Don Luis.
Su objetivo era tener un negocio propio, de hecho ya tenía visto el terreno actual, conversó con el dueño y luego de varias negociaciones lo adquirió. En diciembre de 2021 vio su ilusión materializada con la apertura de su local.
Don Luis, bautizado así en honor al abuelo de Esteban, está ubicado en San Isidro de Heredia, tiene un balcón y salón principal. Su menú es pequeño, pero con influencia de varias cocinas.
Entre sus especialidades está, de plato fuerte, un emparedado de cerdo a la cerveza, papas y el dip de culantro, además una cazuela de cerdo, los pedacitos vienen envueltos en tocino y en una cama de frijoles blancos con salsa de tomate.
Ofrecen también sopa de tomate o pollo, pargo al sartén, ceviche frito, tres tipos de ensalada, tortilla con queso, chorreada, tartaleta de frutos rojos, cheesecake de whisky o brownie Don Luis.
Esta es sólo una de las tantas historias de cientos de costarricenses que se han ganado la Lotería, que pegaron el famoso Gordo o Gordito navideño.
Casos como el de Cordero son los que permiten hoy decir a la Junta de Protección Social (JPS) que es una institución que cumple sueños, y cambia vidas.
Esmeralda Britton González, presidenta de la JPS, comentó que la institución marca un antes un después en cientos de personas.
Conocemos la historia de este joven quien jugó y con el dinero que obtuvo invirtió en un restaurante que es un éxito, es el medio de vida para él y su familia".
Britton González indicó que también conocen realidades sumamente significativas y nobles tras cada una de las entregas que realiza la JPS.
Son personas con discapacidad, farmacodependencia, personas adultas mayores y áreas como hospitales algunas de las beneficiadas tras los aportes de esta Benemérita Institución. La Junta sí aporta a la calidad de vida de poblaciones en vulnerabilidad social, y sí mejora la salud pública”.