Agricultores, pequeños empresarios, estudiantes y personas en situación de vulnerabilidad son los principales afectados.

El día de hoy, la Contraloría General de la República (CGR) emitió un informe sobre la gestión crediticia de entes y órganos no supervisados que prestan dinero a personas, pequeñas empresas, agricultores y estudiantes en vulnerabilidad.

Dato D+: Los entes y órganos no supervisados son definidos por la CGR como las instituciones, fondos y fideicomisos públicos que realizan gestión crediticia y no pertenecen al sector financiero supervisado.

En el informe destacaron que a finales de 2023, estos entes y órganos "prestaron más de ₡814 mil millones a casi 63 mil personas y empresas".

Según la CGR, dichos entes no supervisados "desempeñan un rol clave en la inclusión financiera; no obstante, el informe revela deficiencias que afectan su eficiencia y sostenibilidad".

Entre estas deficiencias se ubican:

  • Inadecuada gestión de riesgos: El ecosistema financiero no supervisado presenta este desafío como uno de los principales, ya que ante la aplicación de prácticas en esta dimensión de apenas el 38,8% por parte de los entes y órganos no supervisados, se vuelve prioritario la identificación, evaluación y mitigación de riesgos, que contribuyan a optimizar la calidad y seguridad de la cartera crediticia. Según la CGR, dicha interacción es clave al ser un mecanismo de inclusión y desarrollo, que permite que sectores vulnerables accedan al crédito.
  • Deficiencias en la selección de beneficiarios: Falta de criterios específicos para la selección de beneficiarios en la mayoría de los entes y órganos no supervisados; así como la ausencia de mecanismos para verificar la duplicidad de beneficiarios entre programas institucionales (únicamente el 50% cuenta con esos mecanismos). Adicional a ello, solo el 21,4% dispone de métodos para detectar filtraciones de forma ex post, y realizan evaluaciones de efecto e impacto para medir la efectividad real de sus créditos. Esta falta de control puede cuestionar la idoneidad de los beneficiarios, señaló la CGR.
  • Altos niveles de morosidad, débil gestión de cobro y fragmentación de los sistemas de información: Estos limitan la capacidad de intervención temprana y transparencia institucional, exponiendo a las organizaciones a riesgos crediticios que afectan a los sectores vulnerables y pueden fomentar un ciclo de endeudamiento insostenible. En el informe explicaron que, en ese contexto, la condonación de deudas se ha vuelto una práctica posible como lo es en Judesur e Inder, lo cual puede indicar ineficiencia de las políticas crediticias y el incumplimiento de los objetivos.

En la siguiente imagen se puede observar el nivel de gestión crediticia alcanzado por las 14 entidades que abordaron en su estudio: