Cuentos basados en leyendas urbanas y tradicionales, abordan temáticas impregnadas de elementos sobrenaturales.

La antología Los hijos del fuego, compilada y editada por Victoria Marín, Yariela Fonseca y Félix Alejandro Cristiá, reúne relatos que "exploran el terreno místico de las leyendas, mostrando cómo estas narrativas siguen vivas en la memoria colectiva". 

El prólogo se presenta como una reflexión filosófica y antropológica sobre el mito y la leyenda. El equipo de trabajo explica que estas narrativas nacieron como un intento de dar estructura a lo desconocido, otorgando identidad por medio de los relatos compartidos alrededor del fuego. Mientras que el mito “funda sociedad, valores, identidad originaria”, la leyenda va más allá, integrándose en la vida cotidiana. La antología recoge esta evolución, presentando historias que, aunque están marcadas por lo sobrenatural, transcurren en escenarios comunes, tales como un pueblo olvidado, una calle oscura, un campo abierto o una modesta casa de huéspedes.

Crédito: Arturo Rojas Alvarado.

El libro está compuesto por 20 relatos, escritos por diversos autores provenientes de distintos países de Latinoamérica, que abordan temáticas variadas. Estas historias son narradas con un tono que "varía desde lo profundamente poético hasta lo visceral y directo, capturando la riqueza y complejidad del folklore hispanoamericano", según indica la gacetilla de prensa.

Escenarios cotidianos, naturales, modernos, mixtos, como los territorios mismos que conforman la región, son evocados a través del libro. Ya sea desde el humor o desde el terror, hacen su aparición figuras y criaturas como los duendes (Los duendes de la higuera), el Cadejos, la bruja (Un plato con sal), o el vudú (De donde son los difuntos). 

Uno de los editores, Cristiá, subrayó que "la leyenda se alimenta de la oscuridad y de la indeterminación”, una característica que los cuentos reflejan por medio de atmósferas cargadas de misterio. 

Relatos como Pueblo Molles o La casa de huéspedes enfatizan este vínculo entre el pasado y el presente, mostrando cómo las leyendas evolucionan para adaptarse a las preocupaciones modernas, sin perder su esencia originaria. La mascarada, por Laura Severino Mora, narra una historia que mezcla tradición y desesperación en un entorno cotidiano, donde las máscaras se convierten en símbolos de las preocupaciones más profundas del ser humano. En el medio del salar, de Alfredo Arnez Valdés, trata de un relato sobre la soledad y las extrañas apariciones que acechan a los viajeros. El huevo del diablo, de Mario Galván, relata una historia de avaricia y castigo donde un objeto aparentemente simple desata una cadena de eventos trágicos.

En la gacetilla de prensa detallaron que el libro tuvo un tiraje de 100 ejemplares que se distribuyen de manera gratuita en la librería Patio Abierto y en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica. La descarga gratuita del libro en su versión digital está disponible en la página web de la Revista Virtual Quimera. Y agregaron:

Los Hijos del Fuego no solo ofrece una lectura fascinante, sino que también sirve como un recordatorio del poder de la narración oral para preservar y reinventar identidades culturales. Es un libro imprescindible para quienes desean explorar la riqueza de las tradiciones hispanoamericanas a través de una narrativa fresca y profundamente evocadora".

Lista de autorías

  • Laura Severino Mora: "La mascarada".
  • Seidy Martinez Rodríguez: "La botija".
  • Eiden Guerrero Zaragoza: "El innombrable".
  • Patricia Olivera: "Pueblo Molles".
  • Aline Rodríguez: "Mitlancihuatl".
  • Marianella Sáenz Mora: "Actualización".
  • Ana Saavedra Villanueva: "La casa de huéspedes".
  • Natalia Martínez Alcalde: "Un plato con sal".
  • Julio Aguilar: "De dónde son los difuntos".
  • Harold Castelú: "Los duendes de la higuera".
  • Ariel Cambronero: "La tragedia del burlador de Cartago".
  • Christian Sánchez: "Historia para las fogatas".
  • Fausto Ramos: "El come muertos".
  • José Ramón Ramos: "La leyenda del payaso".
  • Jorge Barboza: "El pueblo".
  • Alfredo Arnez Valdés: "En el medio del salar".
  • Mario Galván: "El huevo del diablo".
  • Leopoldo Orozco: "La ciudad deshabitada".
  • Iván Medina Castro: "El jinete moro".
  • David Ruiz Zapata: "El cadejo".