UNA ha logrado la acreditación de 41 carreras, con lo que consolida su enfoque en la calidad educativa.
Desde 2002, la institución implementa procesos de autoevaluación y acreditación que garantizan la pertinencia académica y social de sus programas. Esta estrategia asegura una formación integral para los graduados y responde a las necesidades del mercado laboral y de la sociedad.
La autoevaluación y acreditación de carreras se convierten en elementos clave para mantener prácticas de calidad educativa. La UNA realiza evaluaciones rigurosas, tanto internas como externas, por parte de evaluadores nacionales e internacionales. Actualmente, cuenta con 35 carreras de pregrado y grado, y tres de posgrado acreditadas por SINAES; asimismo, tiene tres carreras más acreditadas por ACAP, con lo que se reflejan el compromiso institucional con altos estándares educativos.
Los procesos de autoevaluación y evaluación externa pueden extenderse hasta 18 meses y requieren la participación activa de estudiantes, egresados, empleadores y el cuerpo académico. Esta rigurosidad permite garantizar que la valoración sobre la calidad de cada carrera se realice con la participación necesaria, lo que genera resultados sólidos y orientados a la mejora. Una vez que una carrera se acredita por primera vez, debe atender las acciones de mejoramiento determinadas en un periodo de cuatro a seis años, según el ente acreditador. Estos procesos implican inversiones en recursos humanos y tecnológicos que favorecen el desempeño de los estudiantes en el ámbito laboral.
Para los expertos, la acreditación también optimiza el uso de recursos y la calidad de los proyectos de investigación y extensión desarrollados por la Universidad. “La UNA se compromete a actualizar constantemente sus planes de estudio, así como a formar a su personal docente, garantizar recursos óptimos y gestionar procesos académicos y administrativos de manera eficiente”, mencionó Ericka Anchía Angulo, coordinadora de autoevaluación y acreditación de Carreras.
Además, Anchía mencionó:
La planificación de mejoras prioritarias se relaciona con la actualización periódica del plan de estudio, la formación continua del personal docente, la provisión de recursos adecuados, y la gestión ágil de los procesos académicos. Estos esfuerzos buscan garantizar que el estudiantado tenga acceso a los recursos y servicios necesarios para su éxito académico”.
La forma en que la Universidad acomete estas áreas de mejora conlleva un proceso altamente participativo, donde intervienen desde el personal de apoyo hasta las direcciones de las dependencias. Además, se realiza un seguimiento institucional a la evolución de las mejoras previstas, que involucran la participación de pares académicos externos de alto nivel.
Las perspectivas de mejora en la acreditación de carreras están dirigidas a consolidar un subsistema de gestión de calidad que optimice las acciones y recursos necesarios para el éxito de la mejora continua. Esto incluye aumentar el número de carreras acreditadas, especialmente en las sedes regionales. “La UNA continua fortaleciendo su compromiso con la calidad educativa no solo en la educación superior, sino en todos los niveles educativos”, finalizó Anchía Angulo.
De las 41 carreras acreditadas con que cuenta la UNA cuenta, todas se distribuyen en diversas áreas de conocimiento:
El campo con mayor experiencia es el de las carreras de educación. La universidad se encuentra en un proceso de autoevaluación de 14 carreras más, y proyecta su primera acreditación para 2025 y 2026, lo que representa un incremento del 34% en su oferta acreditada.
La Universidad inició la autoevaluación para acreditación de carreras en sedes regionales. Este proceso requiere el compromiso de garantizar que se atiendan los parámetros de calidad y que la respuesta institucional para la mejora continua sea adecuada.