Organización promueve programas educativos que ofrecen mejores oportunidades laborales a los jóvenes.
Una vez que un joven finaliza su tratamiento oncológico, comienza un nuevo capítulo lleno de retos que van más allá de la recuperación física. El miedo a que la enfermedad regrese, la incertidumbre al reincorporarse a la vida cotidiana y la presión de alcanzar metas académicas y laborales, son solo algunos de los desafíos que enfrentan.
De acuerdo con Ligia Bobadilla, fundadora de Proyecto Daniel, para los jóvenes, el regreso a la vida cotidiana está cargado de emociones mixtas, incluyendo temor e incertidumbre. Bobadilla agregó:
Muchos se sienten inseguros sobre su capacidad para reintegrarse a sus estudios o trabajos, mientras que otros enfrentan dudas sobre la aceptación social y personal. En Proyecto Daniel identificamos la necesidad de reforzar la autoestima, confianza y aceptación de los pacientes, proporcionándoles herramientas emocionales para enfrentar los duelos y transiciones de esta nueva etapa”.
Por otra parte, aunque el tratamiento haya concluido, el control médico regular sigue siendo fundamental. Los exámenes de control y los chequeos periódicos juegan un rol esencial para garantizar que la enfermedad continúe en remisión. Además, brinda a los pacientes y sus familias la tranquilidad de que cualquier anomalía será detectada a tiempo.
Proyecto Daniel no solo se enfoca en la salud física y emocional de los pacientes, sino también en su desarrollo académico y profesional. ¿Cómo? A través de alianzas con colegios y hospitales, la organización promueve programas educativos que ofrecen mejores oportunidades laborales a los jóvenes.
“La red de apoyo juega un papel clave en la recuperación emocional de los pacientes. Tenemos que fomentar la creación de un entorno positivo, donde la familia y los amigos comprendan las etapas por las que atraviesan los jóvenes, brindando apoyo constante sin necesidad de grandes palabras, sino simplemente estando presentes. Además, el contacto con otros pacientes y sobrevivientes es esencial para crear una comunidad de comprensión y aliento”, agregó la fundadora de Proyecto Daniel.
Proyecto Daniel acompaña en todas las etapas a sus pacientes, ofreciendo no solo apoyo emocional y médico, sino también herramientas educativas y laborales para garantizar que puedan continuar construyendo sus sueños.