Playa Organizada, una iniciativa liderada por Caribbean Guard, marca un avance hacia la seguridad acuática.

Playa organizada es un programa piloto nacido en Playa Chiquita con el objetivo de reducir los riesgos en las playas más vulnerables del país. Este proyecto pionero busca establecer un modelo replicable en otras playas del Caribe y de Costa Rica.

La inseguridad en las playas costarricenses es un problema crítico. Según los datos más recientes, en lo que va del 2024, más de 100 personas han perdido la vida por ahogamiento en las costas nacionales, principalmente en playas sin guardavidas.

Conscientes de esta realidad, Playa Organizada propone un enfoque integral para reducir estos incidentes mediante siete fases clave que incluyen la identificación de áreas de riesgo, la instalación de equipos de salvamento y la capacitación continua en RCP y primeros auxilios.

Enrique Lahmann y Danier Miranda, empresarios de la zona y parte activa del proyecto, destacaron el papel de la comunidad en el éxito del programa y extendieron una invitación para que más locales sigan sumándose pues la colaboración de vecinos, hoteles y negocios locales es lo que asegura la sostenibilidad del programa a largo plazo.

La participación de estos aliados permite financiar medidas como la instalación de estaciones de salvamento acuático y la creación de mapas detallados que identifican zonas seguras y peligrosas, utilizando una nomenclatura unificada.

Entre las innovaciones del programa se encuentra la instalación de mecates flotantes con boyas en las corrientes de resaca permanentes, diseñados para ayudar a los bañistas atrapados mientras esperan rescate, así como estaciones de emergencia equipadas con chalecos salvavidas, señales informativas y desfibriladores automáticos.

Playa Organizada también establece un protocolo de emergencia que moviliza a socorristas y activa el sistema 911, optimizando la respuesta ante incidentes. Además, las capacitaciones continuas aseguran que cada negocio local cuente con personal preparado para responder ante una emergencia y brindar asistencia inmediata mientras llegan los servicios de emergencia.


El impacto del programa en Playa Chiquita ya es evidente, pero apenas es el comienzo. La meta a largo plazo es homologar un sistema de bandera roja y amarilla, similar al de la bandera azul ecológica, para todas las playas de Costa Rica. Esta propuesta caribeña busca establecer un estándar nacional que transforme las costas en espacios más seguros para locales y turistas.

El equipo de Caribbean Guard agradeció a la comunidad de Playa Chiquita, así como a Coco Visuals y Grow Films, por su apoyo en la creación de un documental que visibiliza la iniciativa. “Su profesionalidad, talento y creatividad superaron todas las expectativas”, destacaron.

Con el lema “unidos por la seguridad”, el programa invita a instituciones, clubes y personas interesadas en la seguridad acuática a colaborar para perfeccionar este modelo y extenderlo a otras playas del país.