En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, este 25 de noviembre, desde la Comisión de Género, del Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica, queremos reafirmar nuestro compromiso de pronunciarnos, en todo momento, contra toda forma de violencia ejercida hacia las mujeres, por motivo de su género.

Nos pronunciamos como colectivo, en memoria de aquellas que se nos han quedado en el camino; una de ellas, María Tacsan, hija de nuestra colega Carmen Ulate.

Hoy, unidas, recordamos a las 70 mujeres que hasta el 13 de noviembre de 2024, han fallecido en Costa Rica, a causa de muertes violentas. De estas, 21 han sido clasificadas como femicidios y 41 aún están pendientes de determinar, por parte de la Subcomisión Interinstitucional de Prevención de Femicidios, según datos del Observatorio de Género del Poder Judicial.

Las condiciones socioeconómicas de vulnerabilidad que enfrentan muchas familias en el país, aunado a las diversas expresiones de criminalidad que afectan a nuestra sociedad, agravan las situaciones de violencia hacia las mujeres y las personas menores de edad, siendo estas las poblaciones que, estadísticamente, sufren en mayor medida la violencia psicológica, patrimonial, física y sexual.

Vivimos en un sistema patriarcal donde las mujeres y los cuerpos feminizados, son quienes, en su mayoría, enfrentan violencia, discriminación grave, delitos sexuales y trata de personas. No podemos olvidar otras formas de violencia, como la violencia política, el acoso laboral y el acoso sexual, el desempleo, el trabajo doméstico no remunerado, el trabajo de cuidadoras, las dobles y triples jornadas de trabajo, la violencia obstétrica, entre muchas otras manifestaciones que han ganado visibilidad en los últimos años.

También, debemos destacar la violencia simbólica, que, aunque poco mencionada, es una de las manifestaciones más insidiosas, ya que se impregna en cada esfera de la vida, a través de acciones sutiles, normalizadas socialmente mediante la cultura y el lenguaje. Estas formas de violencia nos cosifican, nos obligan a aceptar roles y estereotipos, y nos silencia.

Al conmemorar las luchas contra la violencia hacia las mujeres y las niñas, y en homenaje a las Hermanas Mirabal, conocidas como "Las Mariposas", activistas asesinadas y que inspiraron esta fecha, rendimos tributo a todas las mujeres que les han arrebatado la vida.

Hacemos un llamado a todas las personas, especialmente a las juventudes, a cuestionar y deconstruir los estereotipos y roles de género que perpetúan las estructuras patriarcales y las normas que legitiman la desigualdad entre mujeres y hombres.

Le exigimos al Estado una mayor inversión destinada a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, y hacemos un llamado vehemente a frenar el desmantelamiento de la política social, que se ha venido gestando en las últimas décadas.

Rechazamos la normalización de la cultura de la violación y la violencia sexual contra las mujeres, así como la impunidad y la tardanza en la resolución de los procesos judiciales.

Llamamos a los hombres a romper el pacto patriarcal y a no tolerar en sus entornos ninguna forma de violencia, sexismo o discriminación hacia las mujeres.

Pero además, denunciamos y exigimos a los medios de comunicación que aborden las situaciones de violencia de género y los feminicidios, de manera respetuosa, responsable y ética.

No hay justificación para la violencia. ¡No más excusas ni tolerancia, alto a la violencia contra las mujeres!

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