En la actualidad, el control y seguimiento de las condiciones que nos rodean es más fácil y accesible; el desarrollo tecnológico ha permitido la creación de aplicaciones que nos permiten conocer las condiciones del estado del tiempo, las fluctuaciones de la bolsa e inversiones y hasta el tráfico vehicular. Todas estas aplicaciones permiten anticipar las condiciones que rodean nuestro entorno para llevar a cabo una planificación acertada de las actividades personales y laborales, es decir, se monitorean las condiciones de algún aspecto específico para una mayor y mejor programación de actividades y metas. Pero ¿por qué no desarrollar esta misma idea en los procesos de estabilización de taludes? La propuesta es viable y asertiva, empero, el mecanismo de acción sigue siendo pensado como inaccesible o incluso poco conocido.
El estudio de estabilidad de taludes dentro del marco de la geotecnia corresponde a la herramienta necesaria para el aseguramiento de las soluciones constructivas que controlan los procesos de geodinámica externa en el talud, evitando que se deriven riesgos que puedan poner en peligro la vida humana. Es en este escenario donde surge la pregunta: ¿cómo hacer que las soluciones construidas continúen asegurando los taludes? Tal como es mencionado por varios autores en geotecnia, la estabilidad de taludes por sí misma puede no ser infalible y durante un tiempo establecido las condiciones del medio pueden variar afectando la seguridad de los taludes.
La respuesta correcta a la interrogante no puede suponer prueba y error, ya que las soluciones no pueden ser esporádicas, o peor aún, nulas.
El escenario nacional en el tema de taludes no es favorable. Las condiciones geológicas-geotécnicas, y climáticas del país mezcladas con el factor de sismicidad, establecen una condición vulnerable en estabilidad de taludes. Los deslizamientos en carretera se han convertido en el encabezado de los medios informativos desde el inicio de la época lluviosa y las consecuencias derivadas han sido importantes a nivel económico y social; sin dejar de lado los riesgos a los que se exponen las personas que transitan diariamente en esas vías.
Con base en este panorama, la respuesta apunta al monitoreo geotécnico. Este concepto tiene como objetivo adquirir el conocimiento sobre el comportamiento de suelos y macizos rocosos, así como de las estructuras propuestas como parte de la solución en el talud. El monitoreo geotécnico corresponde con la alternativa de medición y control de las soluciones constructivas planteadas en los proyectos. Este mecanismo ofrece una vigilancia continua en tiempo real de parámetros críticos facilitando la detección temprana de posibles problemas por medio de alertas, así como la intervención oportuna ante posibles catástrofes.
El establecimiento de una campaña de monitoreo, en un posible proyecto, parte con la definición de la zona de falla del deslizamiento, la cual se establece mediante las características del subsuelo en el sitio de estudio. El establecimiento de un sistema de monitoreo va a depender de aquellos instrumentos in situ o remotos que mejor se adapten a las necesidades del sitio de estudio; y que a su vez puedan brindar la información de forma expedita, de la misma manera que las aplicaciones celulares para verificar las condiciones del tiempo o el tránsito vehicular diario.
Todos los proyectos de ingeniería civil, independientemente de su tamaño, necesitan un seguimiento exhaustivo antes, durante y después de la construcción de obras geotécnicas. Una herramienta como el monitoreo geotécnico es crucial para garantizar la seguridad y estabilidad de obras ingenieriles a corto y largo plazo. El proceso de monitoreo geotécnico debe ser visualizado como una inversión que salvaguarda la vida y el medio ambiente, facilitando una gestión efectiva de los riesgos asociados a proyectos de construcción y mantenimiento de infraestructuras.
Los avances tecnológicos en geotecnia siguen procurando una mejor calidad y seguridad en las condiciones de suelo y las obras construidas; por lo que la inclusión del monitoreo geotécnico supone el cierre de un círculo que busca soluciones permanentes y estables, las cuales son prioritarias en el dinamismo de un país.
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