Las personas tienen varios tipos de relaciones, incluidos parejas, cónyuges, hijos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y conocidos. Estas implican diferentes interacciones, responsabilidades e influencias. Cada relación tiene límites o reglas de participación, que las personas pueden deliberar y ser consciente de ellos o haberse formado inconscientemente.
Desarrollar y mantener límites saludables ayuda a establecer y construir relaciones saludables y evitar conexiones perjudiciales con las personas.
Establecer límites saludables es necesario para su salud y para la de sus relaciones. Vivir dentro de estos límites que crea es crucial para reducir el estrés y aumentar la satisfacción en la vida, particularmente con las responsabilidades y tareas en su vida personal y profesional.
La ansiedad y el estrés se desarrollan cuando se asume la responsabilidad de las emociones, comportamientos y pensamientos de los demás. Muchas de las ansiedades que las personas experimentan son causadas por límites no saludables.
Rich Oswald, psicoterapeuta, psiquiatra y psicólogo en Eau Claire e Menomonie (Wisconsin) explica que existe la "ley de las relaciones". Esta ley identifica que no se puede controlar lo que los otros piensan, sienten o hacen, y que cada uno es responsable de lo que piensa, siente y hace. Identificar y establecer los límites en las relaciones que respaldan esta ley arroja luz sobre dónde terminan sus responsabilidades y autoridad, y dónde comienzan las responsabilidades de la otra persona.
Considere cómo se siente cuando se le da una tarea para completar, pero no se le dan los recursos necesarios para realizarla. Esto puede hacerlo sentir ansioso y preocupado. Los mismos sentimientos pueden ocurrir cuando alguien trata de darle la responsabilidad de sus emociones, pensamientos y comportamientos. Los límites saludables son clave para su bienestar.
Inicialmente, establecer límites puede ser un desafío, especialmente cuando su educación, capacitación o experiencias personales pueden haberlo llevado a establecer límites perjudiciales.
Los límites son impulsados por nuestra visión de nuestro valor como persona. Su valor no debe basarse en su desempeño. Es necesario reconocer cómo se valora actualmente y determinar si esa visión es correcta.
Por ejemplo, considere cómo un padre ama a su hijo versus cómo él responde al comportamiento de su hijo. Nada de lo que hace el niño puede cambiar el amor de los padres por él. A veces, los padres pueden estar molestos por el comportamiento del niño, pero su amor no cambia en función del comportamiento del niño.
Concéntrese en practicar comportamientos que apoyen su autoestima de manera positiva. Determine límites saludables que pueda establecer claramente. Trazar límites a los diversos aspectos de su vida requiere tiempo y atención. Piense en sus relaciones con su pareja, padres e hijos; con su trabajo y compañeros de trabajo; y con sus finanzas.
Responda estas preguntas para ayudarlo a establecer los límites que desea definir:
· ¿Cuáles son las relaciones que me traen estrés y ansiedad?
· ¿Estoy tratando de controlar las emociones, los pensamientos o el comportamiento de alguien?
· ¿Me siento maltratado o que se están aprovechando de mí?
· ¿El valor que siento de los demás cambia en función de qué tan bien cumplo con sus solicitudes u obligaciones?
Además, identifique creencias falsas que lo llevaron a tener límites no saludables en el pasado, puede hacer eso determinando qué experiencias lo llevaron a tener sentimientos de culpa o falta de respeto. Piense en momentos en los que sintió que molestaría a alguien o causaría enojo si no realizara una tarea en particular.
La ansiedad implica anticipar que algo malo sucederá y no tener una respuesta saludable a ese sentimiento. Tenga en cuenta lo que puede o no puede controlar y, nuevamente, recuerde que no es responsable de las emociones, acciones o pensamientos de otras personas.
Los límites no saludables a menudo son impulsados por creer que una persona no puede decir no. Valide por sí mismo que decir no es una forma de aumentar sus límites saludables. Decir sí a las actividades y tareas dentro de sus límites solo es significativo cuando su no es igualmente valorado.
Decir no a cosas fuera de sus límites probablemente le causará más presión para decir que sí. Tenga un plan de acción sobre cómo responderá de manera saludable a algo que viola sus límites. Su plan de acción puede incluir la práctica de decir no de manera firme pero amable, u optar por no hablar con alguien que no respeta sus límites.
Inicialmente, los límites más saludables requieren mucho esfuerzo para establecerse y mantenerse. Con el tiempo, descubrirá que ellos se volverán más habituales y requerirán menos esfuerzo. Su dolor anterior causado por límites no saludables desaparecerá. También notará que la presión para complacer a los demás disminuirá.
Revise regularmente sus acciones para asegurarse de seguir los límites que ha establecido, especialmente durante períodos estresantes o de gran ocupación. Un control semanal o mensual puede ayudarlo a controlar sus objetivos y prioridades.
Trazar límites claros en su vida afectará positivamente su autoestima y su bienestar en general. Construir su autoestima le ayudará a establecer relaciones más saludables.