Las crisis existenciales pasan en las películas, pasan en la vida, pasan en Delfino.cr
Las crisis existenciales con frecuencia surgen por la falta de propósito (si sufren de este mal no podría recomendar más que lean a Primo Levi, Viktor Frankl, Bertrand Russell y Séneca), esa sensación de no saber porque hacemos lo que hacemos, de alienación laboral que nos hace sentir que somos un engranaje más dentro de un aparato que solo existe para mantener su propia existencia. Eso que sentimos cuando estamos en una reunión de trabajo que tiene como objetivo único planear otra reunión laboral futura.
Nos preguntamos entonces ¿La vida no debería ser más que esto? Y de pronto mientras el jefe expone la importancia de que en el siguiente reporte se vea reflejado determinado dato pensamos ¿Y si renuncio y me voy a Puerto Viejo a poner un bar?
Para todas y todos los que se sienten identificados con esta situación, la siguiente lista de recomendaciones:
Antz (AppleTV o algún rincón oscuro del internet que de ninguna manera recomiendo usar)
Antz es una peli animada que sigue a Z (Woody Allen), una hormiga obrera que cuestiona su papel en una sociedad y que sufre por la alienación laboral y la falta de sentido de su día a día. Harto de la monotonía y de ser solo una pieza más del sistema, Z atraviesa una crisis existencial, preguntándose por la razón de ser de su vida mientras sueña con la libertad de otra realidad posible. Su crisis existencial lo lleva a emprender una aventura que desafía el statu quo de su colonia… Fácil y de lejos mi película favorita de animación de la historia. Sino la han visto, les agarró tarde y si ya la vieron vuélvanla a ver. La pueden disfrutar en AppleTV alquilándola por menos de los que se gastan en una birra y una boca, o pueden (contra mi recomendación) buscarla por sus propios medios en el turbio mundo del internet.
A veces ponerse de pie y salir de la cama es complicado, especialmente cuando uno no tiene motivos demasiado claros para hacerlo. Supongo que cuando hay hijos esa puede ser una razón de peso, ciertamente motivadora, en mi caso generalmente lo que me obliga a iniciar a ser una persona más o menos funcional a primera hora de la mañana es que pienso que mi perrito probablemente quiere orinar y me da culpa no sacarlo tan pronto abro los ojos. Entonces podría decirse perfectamente que todos los días me pongo de pie para sacar a orinar al perro. No es entonces un papel menor el que tiene mi mascota en mi vida, mi existencia debe hacer que la vida de mi perro sea feliz y plena, eso me da orden y me aleja de una crisis existencial aún mayor. No se asusten tengo más razones para vivir, pero creo que este ejemplo ilustra bien mi punto. La siguiente peli es para quienes se han preguntado alguna vez ¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Lost in translation (PrimeVideo o el sábado 30 de noviembre en el Centro de Cine)
Acá estamos frente a la mejor película de Sofia Coppola. Este es un drama que nos enseña un hombre en una profunda crisis existencial, Bob Harris (Bill Murray), un actor estadounidense en el ocaso de su carrera que está en Tokio haciendo un anuncio de un whisky. En el mismo hotel se hospeda Charlotte (Scarlett Johansson), una mujer recién casada que en realidad no tiene mayor conexión con su esposo. Los dos gringos que andan más solos que la una y totalmente perdidos en esa enorme ciudad se encuentran y desarrollan una intensa conexión que solo se puede crear en extrañas condiciones. La peli explora temas como la soledad, el sentido de pertenencia y las relaciones humanas, todos elementos constitutivos de una buena crisis existencial. ¿No la ha visto? Lo reprendo. Véala y disfrútela.
Cuando uno está en media crisis existencial con frecuencia realiza cambios físicos o estéticos, se corta el pelo, se mete al gimnasio, se hace tatuajes (check, check, check). No deja de ser interesante como intentamos apaciguar el mar picado del alma con un corte de cabello, como si viéndonos diferente pudiéramos sentir otra cosa, y más raro aún es que en algún grado eso efectivamente puede servir. Para reírnos de nuestras vulnerabilidades y encontrarle la gracia a esos días que nos sentimos sin norte la siguiente recomendación.
Crazy, stupid, love (Max)
Esta es una comedia romántica de las buenas, de las bien hechas que hacen que cada tanto uno suelte la carcajada. Cuenta la transformación de Cal Weaver (Steve Carrell), un hombre que atraviesa una crisis existencial tras descubrir que su esposa, Emily (Julianne Moore), le dio vuelta y quiere divorciarse. En medio de su crisis, Cal encuentra la ayuda de Jacob Palmer (Ryan Gosling), un fulano guapísimo y encantador que le hace de fashion police y gurú en las artes de la seducción, ayudándolo a tener confianza y a sentirse mejor con él mismo. Mientras esto sucede se van generando un par de subtramas más, todas muy divertidas que terminan haciendo de la peli un todo disfrutable de principio a fin. Sin duda esta peli estaría dentro de mi top 10 de mejores comedias románticas. Al final nuestro protagonista sale de su crisis existencial y nosotros habremos pasado un par de horas sonriendo, que no es poco.
Eso fue todo por esta semana, muchas gracias por leerme y como dijo Abel Pacheco en su última cadena televisiva, un gran abrazo para todos, hasta siempre y muchas gracias.