Cuando nos encontramos en la juventud, son muchas las preocupaciones que ocupan nuestras cabezas cómo relaciones sociales, crecimiento en el ámbito académico, búsqueda de oportunidades económicas, entre tantas cosas. Muy posiblemente en lo último que una persona joven está pensando es en la vejez, esto porque creemos que para llegar a esta etapa aún falta mucho tiempo. Sin embargo, esto no es excusa para dejar de lado la planificación de la vejez y la jubilación, ya que es de suma importancia tomar en cuenta que tipo de necesidades tendremos en esa etapa de la vida.
Actualmente, a nivel global estamos afrontando una crisis demográfica, esto producto de la decreciente tasa de natalidad, la cual repercute en los sistemas de jubilación ya que no habrá suficientes personas que cotizando en los regímenes y serán muchos los adultos mayores que necesiten de su pensión. Lo anterior se refleja en las proyecciones que realiza la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las cuales indican que para el año 2060, las personas mayores de sesenta años serán aproximadamente 29,4% de la población total en la región, es decir cerca de la tercera parte.
En Costa Rica, el régimen de pensiones donde la mayoría de las personas cotizan es el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS, el cual es obligatorio para cualquier persona asalariada. Según proyecciones actuariales de la Junta Directiva de la Caja, este régimen entraría en una etapa de crisis para el año 2035 donde empezaría a agotar sus reservas financieras para poder pagar las pensiones y finalmente acabar con la totalidad de estas reservas en el año 2047. Esta perspectiva que realiza la Junta Directiva de la Caja es alarmante en especial para las personas jóvenes, ya que son aproximadamente más de seiscientos treinta mil personas entre los 18 y 34 años que se encuentran cotizando para este régimen, desembolsando dinero a un sistema de seguridad social que, si no efectúa un replanteamiento, les va a terminar dando la espalda a la hora de llegar a la jubilación.
Después de tomar esto en cuenta es verdaderamente útil y necesario ponerse a pensar en la importancia de la vejez desde ya, sin embargo, la pregunta que posiblemente muchos jóvenes nos realizamos es: ¿cómo podemos empezar? Lo primero que hay que hacer es acceder a una educación financiera responsable, que nos incentive a conocer a fondo cómo funciona el sistema de pensiones en Costa Rica y el rol que ejerce la CCSS en todo este tema, pero sobre todo que nos incentive a efectuar prácticas financieras responsables que nos ayuden a acercarnos cada vez más a tener finanzas saludables. Para acceder a esta educación no es necesario gastar mucho dinero, ya que existen miles de talleres en línea a precios bajos e incluso gratuitos que nos podrían ayudar a conseguir esta responsabilidad financiera, también la lectura de libros o blogs son muy buenas herramientas para conocer más del tema.
Para poder tener una mayor libertad financiera es esencial establecer un ahorro constante, aunque por obvias razones el dinero no siempre alcanza, es necesario destinar una parte de los ingresos al ahorro, esto a pesar de limitarnos más en un corto plazo, verdaderamente nos está brindando una mayor estabilidad y libertad en un largo plazo. Si por algún motivo estamos imposibilitados de ejercer un ahorro, pues es momento de analizar nuestro consumo con lupa y ver que tipos de gastos podemos recortar y si definitivamente por motivos personales es insostenible, pues establecerlo como una meta en un futuro próximo. Una vez concretado un monto de ahorro fijo hay que pensar en que modelos se pueden invertir esos ahorros, buscar asesoramiento en entidades financieras o en fondos de inversiones que tengan modelos específicos para la jubilación sería lo recomendable. Posterior a un ahorro estable y una inversión inteligente es importante también tomar en cuenta la diversificación de las inversiones; es decir no colocar todos los ahorros en el mismo lugar, de esta forma se logra mitigar los riesgos y sufrir menos de la volatilidad del mercado.
Sin entrar en tecnicismos sobre el ahorro y la inversión, lo que debemos de rescatar es la importancia de comprender los retos que implica el hecho de envejecer en un país como Costa Rica, y que si no efectuamos acciones concretas para la planificación de la vejez, la realidad puede llegar a ser grave. Busquemos todos los recursos que sean necesarios para poder llegar a tener una vejez saludable y digna, ya que es triste ver como en Costa Rica y el mundo los adultos mayores tienen que realizar empleos que no se adaptan a sus necesidades por el simple hecho de que su pensión no les alcanza o no tienen un respaldo económico, así que si tenemos el privilegio de acceder a las oportunidades, no las desperdiciemos y comencemos lo antes posible a planificar nuestro futuro.
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