Ser estudiante universitario es un desafío, no solo por los obstáculos académicos que se presentan en el camino, sino también por la gran cantidad de tiempo que se demanda para completar los estudios satisfactoriamente. Esto mismo se podría decir de ser madre, es una situación llena de obstáculos que demanda gran cantidad de tiempo.

Según datos encontrados por el INEC, en el 2023 solo el 17,7% de las madres costarricenses contaba con un título universitario, además de esto el 43,7% son jefas de hogar. Sabemos que en este país todos tienen derecho a la educación, pero parece que las madres necesitan herramientas diferentes para poder desarrollarse en esta área.

Considerando esto, ¿qué hacen la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA) para apoyar a estudiantes con hijos?

La UCR cuenta con la Casa Infantil Universitaria, quienes brindan el servicio estudiantil de atender a los niños y niñas de quince días a cuatro años de edad, en un horario de 6:30 a.m. a 5:30 p.m. Este servicio, aunque se brinda a toda la comunidad estudiantil tiene la limitación de solo encontrarse en la sede Rodrigo Facio, dejando a los estudiantes de sedes aisladas sin el acceso a este.

Por otro lado, la UNA brinda tres apoyos a sus estudiantes con hijos. El primero de ellos son las salas de lactancia, que se encuentran en los diferentes campus. El segundo es la matrícula prioritaria, en la cual se les permite a los padres y madres estudiantes matricular a primera hora, para que así puedan escoger el horario más beneficioso para la crianza de sus hijos. Por último, brinda un aporte económico a sus estudiantes con el propósito del pago de cuido a los hijos e hijas.

Cabe mencionar que la UNA cuenta con el Centro Infantil Carmen Lyra, quienes se dedican a la formación preescolar de hijos y familiares de los trabajadores en la institución.

Estos apoyos son indiscutiblemente una ayuda para la comunidad estudiantil, sin embargo, flaquean cuando hablamos de si son realmente prácticos, ya que, es complicado para los estudiantes de la UNA utilizar las salas de lactancia cuando no cuentan con una guardería dentro del campus. En la UCR se observa la carencia de un entorno seguro donde las madres puedan amamantar a sus hijos o extraerse la leche, además de la inexistente ayuda a los estudiantes en las sedes aisladas.

Si queremos ser un país equitativo las universidades publicas deberían poder garantizarle a su comunidad estudiantil guarderías en sus respectivos campus, salas de lactancia y un horario flexible en donde puedan adaptar sus estudios a la crianza de sus hijos.

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