Habitantes en condiciones de vulnerabilidad sufren para hacerle frente a sus procesos de enfermedad.

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) se ubica como una de las instituciones más denunciadas ante la Defensoría de los Habitantes, esto a razón de las distintas transgresiones al derecho fundamental a la salud. Entre las causas, se encuentran:

  • Tiempos de espera prolongados.
  • Problemas en la entrega de medicamentos.
  • Citas con especialistas a plazos irrazonables.
  • Realización de exámenes diagnósticos.
  • Insuficiencia de recursos humanos.
  • Condiciones de infraestructura.
  • Problemas en el equipamiento.

Según el comunicado emitido el día de hoy por la Defensoría, a partir de las denuncias de las personas, el resultado de las investigaciones, la observación activa de procesos de coordinación interinstitucional en el sector salud y las inspecciones de centros de salud, pudieron obtener una mirada que pone en la palestra los riesgos del sistema y la necesidad de acciones urgentes por parte de las autoridades.

La Defensoría explica que no sólo se trata de intervenir en la sostenibilidad financiera del sistema por medio de una adecuada recaudación, sino también de la incorporación de acciones innovadoras en materia de recursos humanos, financiamiento, infraestructura y equipamiento, que se traduzcan en la satisfacción plena del derecho a la salud.

Para esta institución, los tiempos de espera para exámenes, consultas y cirugías, en múltiples ocasiones resultan irrazonables. Asimismo, la suspensión de algunos proyectos de infraestructura no sólo ha defraudado las expectativas de muchos habitantes, sino que incrementan los riesgos y ejercen presión sobre el sistema que está sobrepasado por la demanda. A esto se suma la fuga de especialistas médicos.

Algunas de las líneas de acción que la Defensoría considera que se deben contemplar con urgencia son:

  • Procesos de formación de especialistas regulados y estratégicos.
  • Estudios de necesidades que sirvan de fundamento para la toma de decisiones con visión prospectiva.
  • Un uso máximo y racional de toda la infraestructura disponible.
  • Aprovechamiento de todos los turnos horarios.

La Defensoría detalla que la población se enfrenta a una oferta de servicios insuficiente y con problemas de calidad, que podrían tener explicación en esa insuficiente oferta de servicios.

Además, considera que la digitalización de los servicios constituye una herramienta que facilita los procesos de intervención en salud.  El uso de herramientas tecnológicas ha facilitado que muchas personas accedan a los servicios de manera más sencilla. Sin embargo, agrega que la utilización del EDUS y de las plataformas tecnológicas para la obtención de citas, no debe constituirse en una estrategia de intervención generalizada, que desconozca las diferencias en las poblaciones, la disposición de los recursos tecnológicos aptos para su uso y las posibilidades logísticas de los diferentes grupos, especialmente aquellos en condición de vulnerabilidad. Por tanto, resulta imprescindible evaluar la medida y determinar dónde es idónea para atender las necesidades de la población adscrita así como dónde debe variarse la estrategia para la asignación de citas a las personas aseguradas.

La Defensoría advierte que la inversión en la salud de la población necesita un fortalecimiento sostenible en el tiempo y que “no resulta de recibo y así lo ha establecido la Sala Constitucional, que continuemos creando barreras a las necesidades de los habitantes en el campo de la salud, argumentando insuficiencia de recursos”.

La institución cierra su comunicado agregando que las necesidades del sector salud requieren acciones conjuntas que involucren a todos los actores que lo conforman, con el objetivo de garantizar el derecho a la salud de la población; siempre orientado al bien común. Asimismo, subrayan que es fundamental lograr una armonización clara, con rectoría firme y consistente del Ministerio de Salud, no solo en la articulación y regulación, sino también en la fiscalización del cumplimiento de metas. Esto último, concluyen, incluir activamente la voz de los pacientes y sus organizaciones.