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Tampoco consultan al especialista.

Así califican los audiólogos el mal hábito que tienen muchos costarricenses de no dar importancia a un dolor de oído.  Consideran que tratar de solucionarlo acudiendo a la farmacia para que le receten unas gotas o un analgésico sin saber que lo provoca, es un grave error y peor si es un vecino o familiar que le comparte un medicamento para que  “alivie” esa dolencia.

El problema es que podría tratarse del inicio de una pérdida auditiva permanente, una infección de oído puede agravarse y pasar a ser crónica si no se consulta a tiempo. Tampoco se da importancia cuando los oídos se tapan y ese síntoma puede ser el inicio de una infección.

En el caso de una pérdida auditiva súbita, también se debe correr al especialista, cuando esto ocurre hay un rango que está estipulado como protocolo de atención, se trata de 72 horas en las que el médico especialista puede revertir una pérdida auditiva con medicamentos específicos como esteroides, por ejemplo.

Victoria Garbanzo, audióloga de la Clínica de Rehabilitación Auditiva, señaló:

Si el paciente presenta dolores, ruidos, sensación de oído tapado, mareos, vértigos o pérdida auditiva de un pronto a otro, debemos detectarla de inmediato, pero por lo general, los pacientes llegan un mes después, porque esperaban que los síntomas desaparecieran solos”.

Según los especialistas, ese mala costumbre de no dar importancia a los oídos, explica la existencia de otro muy mal hábito que existe en la población. Se trata de no realizarse una valoración auditiva cada año, que sería lo ideal.

“Es algo que todos deberían tener en su calendario, pruebas para ver cómo anda la audición, si les cuesta comprender lo que les dicen. La primera pregunta que se hace al paciente es ¿cuándo fue la última vez que se hizo el examen o si alguna vez en la vida se lo ha hecho? Y la respuesta es nunca, ni siquiera cuando era niño e iba a entrar a la escuela. Así como vamos con frecuencia al oftalmólogo y las mujeres al ginecólogo, la visita al audiólogo debería ser prioridad", dijo la especialista.

 Igualmente, hay pacientes a quienes se les recomienda audífonos de inmediato, pero lo postergan pensando que solos van a mejorar, pero vuelven con problemas más serios, no escuchan, no comprenden lo que se les dice, y ya la rehabilitación auditiva no va a ser tan efectiva.

El otro gran mal hábito que tienen la personas es introducirse en los oídos aplicadores, prensas, puntas de lápices, y hasta algo que guarda tantas bacterias, porque las ponemos en todos lados, como las llaves.

Garbanzo explicó que el peligro se da porque no sabemos la medida exacta de nuestro conducto, no sabemos hasta dónde podemos introducir el objeto y podemos lastimar el tímpano y provocarnos una pérdida auditiva de tipo temporal, que después puede convertirse en una pérdida permanente. 

En Costa Rica hay aproximadamente 90 mil personas con discapacidad auditiva según el Ministerio de Salud. La Organización Mundial de la Salud, estima que para el 2050 habrá en el mundo más de 900 millones de personas, una de cada 10, con problemas de esta índole.

Ante este panorama, los especialistas insisten en la urgencia de practicar buenos hábitos de salud auditiva, a la vez que la tecnología se encarga de encontrar herramientas que hagan más llevadera esta condición.