El 70% de los costarricenses tiene sobrepeso, y un 30% de la población padece de obesidad.
Según datos de la OCDE, el 70% de los costarricenses tiene sobrepeso, y un 30% de la población padece de obesidad. Estos alarmantes números, a su vez, desencadenan en una serie de problemas de salud graves, como diabetes, hipertensión arterial y trastornos metabólicos, que hacen que la obesidad se haya convertido en una crisis de salud pública que necesita abordarse con urgencia y responsabilidad. No obstante, la existencia cada vez más frecuente de "curas milagrosas" que ofrecen una pérdida acelerada y sin esfuerzo de peso, dificulta la atención adecuada de esta problemática.
Por esta razón, el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica hizo un llamado a la población para crear conciencia sobre la creciente oferta de productos que prometen una rápida pérdida de peso, sin respaldo médico y con potenciales riesgos para la salud. Esta tendencia pone en peligro a muchas personas que, buscando soluciones rápidas, se ven expuestas a productos que pueden comprometer su bienestar.
Los peligros ocultos de los productos para adelgazar. Al abordar esta problemática, es importante partir de que existen dos tipos de productos para adelgazar en el mercado: los productos farmacéuticos aprobados y los que no cuentan con aprobación. En el caso de los productos farmacéuticos aprobados para el control de peso, su uso debe estar siempre supervisado por un profesional médico. Sin embargo, hay una gran cantidad de productos no aprobados que prometen la pérdida de peso "mágica" en tiempos casi imposibles.
El farmacéutico y vocero del Colegio de Farmacéuticos, Larry Ramírez, explicó:
El problema radica en que estos productos pueden ser extremadamente peligrosos, ya que no cuentan con estudios científicos que avalen su eficacia ni seguridad. Además, estos productos, no solo muchas veces ni siquiera especifican sus ingredientes o efectos secundarios, sino que, en el fondo, no resuelven el problema y más bien pueden agravar las condiciones de salud de quienes los consumen. Desde el Colegio de Farmacéuticos enfatizamos que, incluso los productos aprobados y vendidos en farmacias, deben ser considerados como coadyuvantes y no como la solución principal al problema del sobrepeso."
De acuerdo con el farmacéutico, el consumo de productos no regulados puede acarrear riesgos graves, desde deshidratación y bajadas peligrosas en la presión arterial, hasta problemas gastrointestinales y rebotes de peso. Además, las promesas de resultados inmediatos no solo son engañosas, sino también perjudiciales, ya que inducen a las personas a creer que no necesitan hacer cambios en sus hábitos alimenticios ni en su estilo de vida, lo cual es esencial para un control efectivo y saludable del peso.
Un enfoque integral e interinstitucional. Más allá de promover productos para la rápida pérdida de peso con fines meramente comerciales, el Colegio de Farmacéuticos insiste en la importancia de promover un enfoque integral e interinstitucional para atender de manera adecuada el problema de la obesidad.
Ramírez señaló:
Para combatir la obesidad de manera efectiva, es necesario un enfoque integral que abarque ejercicio regular, alimentación saludable y la supervisión de profesionales de la salud. A nivel nacional, también debe impulsarse un esfuerzo interinstitucional que involucre a empresas, instituciones de salud y el gobierno para crear políticas que promuevan un estilo de vida más activo y saludable, mejorar las condiciones laborales y garantizar la accesibilidad a alimentos nutritivos."
Asimismo, destacó el papel clave que tiene el farmacéutico en la educación del paciente en estos temas, para ayudarles a entender que no existen soluciones milagrosas para perder peso.
"Es fundamental que los farmacéuticos orienten a sus pacientes sobre los riesgos de consumir productos no aprobados. También, parte de nuestro trabajo sería remitir a los pacientes con los profesionales adecuados y brindar la atención adecuada en caso de efectos secundarios de los productos que los pacientes estén consumiendo por receta médica", indicó el vocero.
Además, el Colegio insistió en que cualquier tratamiento relacionado con la pérdida de peso debe estar acompañado de un plan integral, que incluya un nutricionista y un endocrinólogo, quienes son los especialistas adecuados para guiar a las personas en su proceso de salud. También es importante el apoyo de un entrenador físico y, en algunos casos, de un psicólogo.
Ramírez concluyó:
Hacemos un llamado a las personas a ser más conscientes de los riesgos asociados con estos productos y a priorizar su bienestar con el apoyo de profesionales de la salud. El verdadero camino hacia un peso saludable es un proceso gradual, que requiere cambios en el estilo de vida, pero que al final garantiza una mejora duradera y segura para la salud,” concluyó.