El Atlas de Infraestructuras Viales para el Desarrollo Sustentable en Costa Rica y la iniciativa BID Huella analizan efectos económicos, sociales y ambientales de las intervenciones sectoriales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó hoy los primeros resultados de una transformación digital orientada a fortalecer la medición del impacto de sus proyectos, a partir de dos innovadoras herramientas: el Atlas de Infraestructuras Viales para el Desarrollo Sustentable en Costa Rica y la iniciativa BID Huella. Estas vinculan datos geográficos, económicos, sociales y ambientales para evaluar la efectividad de las inversiones en el país.
El Atlas brinda un análisis detallado sobre cómo la infraestructura vial incide en el desarrollo sustentable, destacando la interconexión entre las obras, la movilidad, el acceso a servicios y los beneficios sociales, económicos y ambientales en el contexto costarricense. La publicación, disponible en línea, muestra que la infraestructura no solo es un medio para el crecimiento, sino también para mejorar la calidad de vida y generar oportunidades en el largo plazo.
Ese análisis geográfico fue la base para que Costa Rica se convirtiera en uno de los primeros países en aplicar BID Huella, una nueva metodología que permite medir con precisión el impacto de los proyectos del Banco en diferentes cantones. Para ello utiliza la geolocalización e imágenes satelitales del Atlas y más de 150 indicadores a nivel subnacional –como el crecimiento económico, tasas de empleo, acceso a servicios e índices de contaminación ambiental, entre otros–, con el fin de comprobar si las intervenciones tienen un efecto duradero en el tiempo.
El representante del BID en Costa Rica, Francisco Javier Urra, aseguró:
Estamos orgullosos de impulsar esta agenda de innovación en la medición de resultados, que permite capturar efectos reales de los proyectos a nivel cantonal y mostrar cómo estamos transformando comunidades en Costa Rica. Tanto el Atlas como BID Huella reflejan nuestro compromiso con la transparencia y con la nueva estrategia institucional del BID, llamada BID Impact+, cuyo objetivo es aumentar el impacto y la escala de las inversiones en el desarrollo de los países”.
BID Huella ha sido diseñada e implementada por un equipo multidisciplinario que expuso hoy los hallazgos de un amplio análisis, enfocado principalmente en la evaluación de resultados de las inversiones realizadas por el Banco en programas de transporte y seguridad ciudadana.
El evento contó con la participación de Nogui Acosta, ministro de Hacienda y gobernador del BID en Costa Rica, quien destacó la importancia de medir resultados para asegurar la eficiencia en la inversión pública en el país.
Incidencia en el crecimiento económico y la seguridad
Desde hace más de 60 años, el BID es un aliado para el desarrollo sostenible e inclusivo de Costa Rica, aportando financiamiento y cooperación técnica en sectores estratégicos, como infraestructura, cambio climático, educación, seguridad ciudadana, energía, agua y saneamiento.
La jefa de Operaciones del BID en Costa Rica y una de las autoras del Atlas, Isabel Granada, explicó:
El Atlas es el resultado de muchos análisis geográficos para identificar los efectos de intervenciones sectoriales en el territorio y en las dinámicas poblacionales, presentando, por ejemplo, las infraestructuras claves para el turismo, las cadenas de valor y las pequeñas y medianas empresas del país. BID Huella propone un enfoque econométrico y más granular basado en controles sintéticos, los cuales comparan cantones que han recibido financiamiento del BID con otros que no lo han recibido, para evaluar si las inversiones tienen un efecto duradero en indicadores como el crecimiento económico, la contaminación o el acceso a servicios”.
El equipo de BID Huella evaluó resultados del portafolio de infraestructura de transporte, analizando los efectos de 61 obras en 42 cantones para el periodo de 2010 a 2014, incluyendo mejoramiento de carreteras, rehabilitación de caminos y puentes. El análisis comprobó que las obras han tenido un efecto positivo en el crecimiento económico y que los cantones beneficiados por proyectos del BID crecieron al menos 1.3% anual más en promedio que los otros cantones.
La asesora económica principal en el Departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y República Dominicana del BID, y miembro del equipo de BID Huella, Marta Ruiz-Arranz, añadió:
Encontramos efectos positivos en varios indicadores de actividad económica, que se vuelven más visibles con el paso del tiempo. En general, a mayores inversiones en infraestructura de transporte, mayor crecimiento. Para quienes trabajamos en el ámbito del desarrollo, entender qué funciona, qué no funciona y por qué, es fundamental para mejorar la efectividad de nuestras acciones. Las evaluaciones de impacto permiten no solo mejorar o reorientar una intervención, sino también informar decisiones clave sobre su continuidad, replicación o expansión”.
El equipo también encontró resultados positivos de las inversiones en seguridad ciudadana, con análisis de indicadores en torno a la construcción de 11 delegaciones policiales y 7 Centros Cívicos por la Paz en 16 cantones entre 2013 y 2019.
La economista senior del BID para Haití e integrante del equipo de BID Huella, Giulia Lotti, señaló:
Las intervenciones en materia de seguridad y prevención han contribuido a la reducción de la actividad delictiva. En particular se identifica una disminución en la tasa de infracciones a la ley contra la violencia doméstica y de violaciones o tentativas de violación, así como en la tasa de robo de vehículos, en los cantones que han recibido mayores montos de inversión en seguridad”.
El equipo concluyó que estos datos resaltan la importancia de evaluar no solo los resultados inmediatos de las intervenciones, sino también los efectos acumulativos y duraderos. En el futuro se planea implementar BID Huella en la evaluación de otros programas del Banco.