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“Arte emocional” es la metodología que ha desarrollado esta artista para conectar.


Rubén Blades recibió una obra de la costarricense a su llegada  a Costa Rica como parte de la gira “Otro mundo”.

Muchos podrían decir que es casi imposible resumir la grandeza del arte en un pequeño fragmento físico; sin embargo, cuando el artista logra ir más allá del tamaño y resume una inmensidad de sentimientos en ese espacio, ocurre la mágica sensación de transmitir con poco, toda esa grandeza que invade nuestros sentidos y emociones, que provocan recuerdos en imágenes y música. Sentimientos que toman diversas direcciones y nos mueve el alma.

Enmarcar el arte para lograr esas reacciones ha sido el camino que ha tomado la artista Andrea Rojas, quien por medio de su marca MAAR FRAMES, enmarca un sinfín de conceptos y los mezcla en sus cuadros, consolidando un nuevo concepto llamado “arte emocional”.

“El arte logra unir conceptos, tiempos y, sobre todo, emociones que vienen del alma. En un cuadro con ángulos rectos, logramos personalizar no solo una inspiración o deseo, sino plasmamos un concepto que he llamado “arte emocional”.  Ahí convergen historias, gustos y momentos, para crearlos en una emoción pura y perdurable en el tiempo”, comenta Andrea Rojas, quien, partiendo de un briefing inicial con cada cliente, conoce los detalles de lo esperado y concretiza la expectativa estética deseada, por medio de varios procesos creativos y artísticos que combinan diferentes técnicas plásticas, logrando provocar una total sorpresa emocional en cada obra, donde los detalles toman vida en los sentimientos del cliente.

Andrea es la primera artista costarricense que trabaja basada en esta metodología, que explora las emociones humanas y las convierte en arte de una manera innovadora y actual.

“Cada cuadro es un mundo nuevo. Iniciamos trabajando con música, acetatos y conceptos de esa índole, pero las peticiones han avanzado a niveles más personales y llenos de complejidad, mostrándome que la grandeza del sentimiento y el recuerdo es infinita y realmente se puede enmarcar en un momento único, algo que es eterno”, agrega Andrea.

La costarricense le entregó a Rubén Blades una obra trabajada especialmente para él. Andrea ha logrado crear una clientela y un nombre muy amplio en el país, logrando impactar a quienes le encargan una obra con una idea y sentimiento a plasmar.

Amo la música y he encontrado un punto de encuentro entre ella y mi arte. De hecho, fue la música la que me abrió la puerta para este amplio mundo del ‘arte emocional’, donde he entendido que todo cabe en un marco si cabe en nuestro corazón”.

Para más información de MAAR FRAMES y Andrea Rojas, puede visitar https://www.instagram.com/maarframes/