Este cultivo se considera como una alternativa a la pesca tradicional que se ha tornado insostenible a raíz de la sobreexplotación del recurso.

El pasado 19 de setiembre, la Estación de Biología Marina de la Universidad Nacional (UNA) realizó una entrega de 1000 juveniles de corvina para que las personas pescadoras puedan cultivar en granjas marinas. Dicha entrega se realizó a la Cooperativa de Pescadores de Isla Venado. En un comunicado, la UNA expone que la corvina es un pez de alto valor en el mercado nacional e internacional. El encargado del laboratorio de Peces Marinos de la Estación de Biología Marina, Jonathan Chacón, comentó:

La corvina es de mucho interés para el Golfo de Nicoya; está sobreexplotada, por lo tanto, su acuicultura es importante no solo para abastecer las granjas de cultivo, sino también para contribuir al repoblamiento de la especie”.

Así también lo afirma José Luis Mora Salas, encargado del cultivo de peces y camarones y del restaurante flotante, administrado por Aso en Isla Venado, que indica que esta es una nueva forma de diversificar sus ingresos:

Las granjas han tenido un gran impacto, primero con el pargo de la mancha y ahora con la corvina. Es un éxito total: no solo nos vamos a beneficiar nosotros, sino todo el golfo. Imagínese poder reproducir la corvina y criarla en jaulas; los pescadores artesanales también tendrán esa oportunidad”.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo financiero de Banca para el Desarrollo y otras instituciones como el Parque Marino del Pacífico. Chacón se refirió a que el objetivo del proyecto es continuar seleccionando especies de alto valor comercial para reproducirlas en laboratorio de forma masiva y con ello, abastecer granjas ya establecidas.

El director de la Escuela de Ciencias Biológicas, José Pereira, añadió:

Desde la Estación de Biología Marina buscamos articular docencia, investigación, producción y extensión para ofrecer una formación integral a nuestros estudiantes y dar apoyo a las comunidades. Proyectos como este les brindan herramientas a los habitantes de las zonas costeras para salir adelante, así como para conocer las especies que tienen y manejarlas responsablemente!”.

Por último, Martín Parada, vicerrector de Extensión de la Universidad Nacional, también profundizó en esa articulación:

La investigación nos permite generar conocimiento, en este caso, con el desarrollo de la corvina para ser cultivada en granjas, al igual que el pargo o el camarón. Desde el punto de vista de la extensión, se requiere la articulación del tejido social, generar una cooperativa que sea la encargada de gestionar y aplicar este conocimiento, y finalmente trabajar con la institucionalidad pública, que brinda mucho soporte a las comunidades costeras en materia de recursos financieros”.

La UNA cierra su comunicado alegando que la entrega de los alevines de corvina contribuirá a abastecer las granjas de cultivo y al repoblamiento de la especie, así como aportar a la diversificación de ingresos de las personas pescadoras de las islas del golfo.