Pruebas y capacitaciones permitieron registrar el avance de esta población en cuanto al uso de recursos digitales.

La iniciativa del Programa de Investigaciones en Psicología (PIP) de la Universidad Nacional (UNA) llamada “Promoción de procesos de envejecimiento saludable en población mayor residente en Nicoya, Guanacaste, mediante intervenciones con tecnologías de la información y la comunicación", socializó parte de los resultados  que ha obtenido a partir de la ejecución de distintos instrumentos.

Este proyecto liderado por la académica María Dolores Castro, se propuso determinar si el uso de la tecnología podía optimizar las habilidades cognitivas y de bienestar entre la población adulta mayor. Adicionalmente, entre sus objetivos también se encontraba identificar si por medio de esta intervención era posible realizar un manejo eficaz del estrés y la ansiedad, así como conocer su percepción alrededor de la inclusión en el uso de la tecnología.

La necesidad de llevar a cabo este proyecto en una zona rural del país surgió a raíz de la pandemia. Castro explicó que, desde el 2008, ha venido abordando temas relacionados con el envejecimiento, y fue entonces cuando le surgió la inquietud de investigar cómo las personas en esta etapa de sus vidas pueden ser más saludables y tener una mejor calidad de vida.

Relatan el caso de doña Felipina Fajardo, de 75 años y oriunda de Nicoya. El equipo de investigación narró:

Para ella tomar fotos y enviárselas a sus contactos, a través del teléfono celular que le regalaron sus tres hijos, era una tarea imposible. Ahora no solo hace eso, también realiza videollamadas y hasta se puso en contacto con una farmacia cercana para solicitar, por medio de su sitio web, el envío exprés de una medicina que requería para atender una dolencia en su columna”.

El caso de doña Felipina no fue el único exitoso, al contrario, todas las personas involucradas en el proyecto obtuvieron resultados positivos. Una de las conclusiones gira en torno a que esta población está dispuesta a aprender sobre tecnología, mostrando mejoras en sus capacidades y habilidades cognitivas, así como en sus emociones socioemocionales, relacionadas con la satisfacción personal, el apoyo social, la autoeficacia y la salud.

El estudio se realizó por medio de la aplicación de una prueba previa al inicio de sesiones de capacitación y otra al culminar dicho proceso, ya habiendo transcurrido diez semanas entre reuniones virtuales y presenciales en la biblioteca pública de Nicoya. Castro expresó:

Cuando nos referimos a capacidades cognitivas estamos hablando de la memoria, la atención, el control ejecutivo. El bienestar subjetivo es el grado de satisfacción que puedan tener las personas con sus vivencias. Y en esto hay mucha evidencia que dice que cuando las personas mayores aprenden a usar la tecnología aumenta un estado que se llama la autoeficacia, que es creer de que soy capaz de lograr las metas que me propongo”.

Como parte de las evaluaciones realizadas, las personas participantes del estudio indicaron que la actividad más significativa fue el recuento de recuerdos personales, el uso de Zoom (76%) y la grabación e intercambio de audios por WhatsApp (76%). Asimismo, un 77% consideró que lo aprendido en las sesiones de estrés y ansiedad es muy útil para su vida.