El plenario de la Asamblea Legislativa tuvo este miércoles una de sus sesiones más vergonzosas hasta ahora luego de que las bancadas de Liberación Nacional y el oficialismo protagonizaran un penoso enfrentamiento a gritos y con golpes a la mesa de las curules, tras señalarse mutuamente de actuar como un "cartel" del narcotráfico.

El detonante fue la intervención en control político de los diputados liberacionistas por Cartago que reprocharon las críticas que desde el oficialismo y el Ejecutivo se habían hecho contra ellos por haberse ausentado del acto cívico del 14 de septiembre, organizado por la municipalidad del cantón central, y por los señalamientos personales que el presidente Rodrigo Chaves Robles hizo contra las diputadas Paulina Ramírez Portuguez y Rosaura Méndez Gamboa durante un evento de su gira por la provincia.

Méndez Gamboa criticó el mensaje del presidente durante las celebraciones de la independencia, señalando que promovía la división y contenía un tono violento. Por su parte, Ramírez Portuguez acusó al mandatario de empañar la festividad con ataques contra los diputados de oposición, el proyecto del nuevo hospital de Cartago, y expresó su decepción por el uso del discurso presidencial para criticar en lugar de fomentar la unidad y presentar un mensaje positivo.

El diputado Óscar Izquierdo Sandí, también de Cartago y jefe de la bancada del PLN, criticó al presidente por su discurso durante las celebraciones del 203º aniversario de la independencia, acusándolo de usar el evento para polarizar y atacar a los representantes de la provincia, al tiempo que defendió la decisión de algunos diputados de no asistir a la sesión solemne como una protesta contra los ataques del presidente hacia la institucionalidad y el proyecto del nuevo hospital de Cartago.

La diputada Pilar Cisneros Gallo, jefa del oficialismo criticó a los diputados de Cartago que no asistieron a la celebración de las fiestas patrias, afirmando que se perdieron una gira exitosa del presidente, que incluyó la entrega de obras, escuelas, y préstamos para agricultores.

Cisneros sugirió que la ausencia de los diputados de Cartago fue una falta de respeto hacia la patria e invitó a sus colegas a ver un video en TikTok que documentaba "el éxito" de la gira y la respuesta positiva del público.

De seguido, el diputado Jonathan Acuña Soto del Frente Amplio cuestionó a Cisneros Gallo sobre un audio o llamada en la que, según él, se mencionaba la preparación de un ataque dirigido al diputado Ariel Robles Barrantes y un posible pago relacionado, por lo que pidió a Cisneros que aclarara si el contenido del audio, que fue escuchado por alguno de los presentes durante una sesión de la Comisión de Asuntos Hacendarios, era una broma.

El diputado Antonio Ortega Gutiérrez, también del FA, secundó la solicitud de aclaración del diputado Acuña y exigió una explicación a Cisneros.

Ortega criticó la respuesta del gobierno a los proyectos para Cartago, sugiriendo que el valor de estos proyectos debería medirse por su impacto tangible en la provincia, no por publicaciones en redes sociales de la jefa del oficialismo, y también cuestionó la actitud del gobierno hacia Cartago, mencionando que recibió solo un acuse de recibo en lugar de una respuesta concreta a sus consultas sobre el itinerario presidencial.

El diputado Óscar Izquierdo Sandí expresó su descontento por las críticas sobre la ausencia de su fracción en la celebración del 14 de septiembre, argumentando que no fueron invitados por el presidente. Asimismo, defendió la postura de su fracción, señalando que están comprometidos con la provincia de Cartago al defender el proyecto del nuevo hospital y apoyar a los agricultores, por lo que llamó a la seriedad y transparencia en la política, criticando la falta de invitación y acusando al gobierno de socavar la colaboración y el respeto entre los diputados.

Cisneros respondió aclarando que el evento fue organizado por la Municipalidad de Cartago y no por el gobierno, y en cuanto a las acusaciones del diputado Jonathan Acuña sobre un supuesto ataque al diputado Ariel Robles, Cisneros negó cualquier veracidad en la afirmación y tildó al diputado Robles de "irrelevante" en su vida política.

El diputado Robles no existe en mi vida hace mucho tiempo, por cierto, me incomodó que ayer me dirigiera la palabra porque él sabe muy bien que hace más de un año ni siquiera nos dirigimos la palabra, no existe para mí. [...] Yo hace mucho tiempo lo saqué de mi vida, para mí es exactamente como un cero a la izquierda diputado, no me tomo ni la molestia de atacarlo, no se preocupe".

Tras un receso con las jefaturas de fracción donde se acordó continuar en el uso de la palabra mediante el mecanismo "por el orden", Rosaura Méndez se mostró indignada al ser acusada por la diputada oficialista Pilar Cisneros de no participar en los actos patrios de Cartago.

“Yo voy a Cartago a esa actividad desde hace 35 años... he estado presente los últimos dos años”, dijo Méndez, visiblemente molesta, y señaló que el presidente Rodrigo Chaves había utilizado eventos públicos para atacarla a ella y a otros diputados, en lugar de enfocarse en temas patrióticos.

A continuación, la diputada Katherine Moreira Brown, del PLN, subió el tono de la discusión al acusar al gobierno de coaccionar a los municipios y excluir a los diputados opositores de eventos oficiales. Moreira fue más allá, al referirse a Cisneros como la "vocera del cartel de Chaves Robles", acusándola de hacer listas negras de diputados “no gratos”. Su intervención desató el enojo de la bancada oficialista, al asegurar que el gobierno utilizaba recursos de instituciones públicas para campañas políticas. “Utilizan el famoso [proyecto de ley] Jaguar, que no entienden que ya se murió, para hacer campaña”, agregó.

Tras estas acusaciones, el ambiente en el plenario se caldeó aún más cuando la diputada Johana Obando Bonilla, del Partido Liberal Progresista, criticó duramente al presidente Chaves, a quien calificó de “ególatra” y “burlista”, y condenó el uso del “bullying” como herramienta política por parte del mandatario. “El presidente Rodrigo Chaves es un buleador por excelencia”, sostuvo Obando, lamentando que el presidente promueva un ambiente de hostigamiento.

El presidente Rodrigo Chaves es un buleador por excelencia, es una acosador, es un burlista que ahora en sus arrebatos de locura y de poder, pone a los niños a rugir como si fueran animalitos... ¿qué clase de ejemplo es ese?".

La tensión continuó escalando cuando el diputado Jonathan Acuña respondió a Pilar Cisneros insistiendo que él escuchó el nombre de Robles, el plan de ataque en su contra y un pago asociado. “Lo escuché, diputada Cisneros, y por más que usted insista, yo lo escuché”, afirmó.

El subjefe del oficialismo, Daniel Vargas Quirós, intentó calmar la situación, pero su intervención avivó aún más las tensiones cuando respondió a las críticas de Méndez, afirmando que todos los diputados, independientemente de su provincia, tenían derecho a opinar sobre cualquier parte del país. Sin embargo, la frase que elevó la confrontación fue su insinuación de que el PLN actuaba como un “cartel”.

“Si algo se parece a un cartel en este país, no somos precisamente nosotros”, afirmó Vargas, lo que provocó una reacción inmediata por parte de los liberacionistas.

Visiblemente molesto, el diputado Óscar Izquierdo exigió que Vargas probara sus acusaciones. Si usted tiene dignidad para decir que somos un cartel, compruébelo, increpó Izquierdo, a medida que los gritos entre las bancadas del PLN y el oficialismo aumentaban y los diputados golpeaban las mesas de las curules, intensificando el caos en el recinto.

Si usted tiene dignidad para decir que somos un cartel, compruébelo, ¡compruébelo! [Empiezan los gritos entre ambos partidos] Usted está diciendo que somos un cartel en la fracción de Liberación Nacional, no le permito que usted diga que es un cartel, si tiene pruebas demuéstrelo, si no, guarda silencio".

A pesar de los llamados al orden de la presidenta interina, Rosalía Brown Young, el enfrentamiento continuó durante varios segundos más, hasta que dio la palabra al diputado Ariel Robles, quien denunció las constantes ofensas y ataques hacia él y su familia, señalando que la política no debía convertirse en una guerra de agresiones personales.

Diputados y diputadas, calma, sé y tengo claro y lo he vivido en carne propia, las ofensas, el desgaste el ataque a mi familia, no hay que caer en el juego de quienes hoy emiten las provocaciones".

Robles le dijo a Cisneros que él le habló el martes porque estaba discutiéndose un proyecto de ley, y que él hablaría con quien fuera, tantas veces fuera necesario, a pesar de si le hubiesen ofendido.

No vivimos por los tiktok, hay gente aquí que no vivimos por las visualizaciones, si fuese por eso yo podría decir que hay una video que subí que tiene 500.000 visualizaciones, hay gente que vivimos aquí por la dignidad y para trabajar dignamente por el mandato que se nos eligió. Aunque a usted le ofenda que yo le hable, si tengo que hablarle por un proyecto político o por Costa Rica lo voy a hacer cuantas veces sea necesario".

Robles concluyó su intervención responsabilizando a Cisneros por cualquier daño que pudiera ocurrirle, y lamentó que se hubiera llegado a ese punto en el debate legislativo.

María Marta Carballo, jefa del PUSC, solicitó a sus compañeros que mantuvieran la cordura y el respeto durante las discusiones, al tiempo que expresó su preocupación por el nivel de confrontación y gritos que se habían presenciado, considerándolo superior a otras discusiones anteriores en el plenario.

Carballo subrayó la importancia de avanzar con la agenda del día, que incluía reformas constitucionales significativas como el reconocimiento de los cuidados como un derecho, el acceso a la información, y la reforma a la obligación de declarar en casos de delitos cometidos por familiares contra menores de edad. Asimismo, advirtió que, si la discusión continuaba en el mismo tono, la fracción de Unidad se vería obligada a abandonar el recinto.

Pese a que la presidenta interina sometió a votación la moción con la agenda de la tarde, varios diputados se negaron a votar y en lugar de advertirles que perderían la dieta como consecuencia de ello, medida dispuesta por el Reglamento Legislativo, Brown anuló la votación y procedió a levantar la sesión.