Diabéticos e hipertensos deberían consumirlos a diario para controlar sus padecimientos.
En promedio, cada costarricense consume 550 gramos de frijol por mes, según datos de La Maquila Lama. Este consumo ha disminuido considerablemente, representando apenas la mitad de lo que se consumía hace 20 años. Ante esta tendencia, La Maquila Lama se une a los nutricionistas para incentivar a los ticos a retomar el consumo de este grano que no solo es accesible y versátil, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud.
“Nuestro objetivo es derribar mitos y que en cada hogar aprecien el valor de los frijoles. Si alguien tiene dudas, que eche un vistazo a nuestra Zona Azul: La Península de Nicoya, lugar en donde los frijoles son un componente básico de la dieta”, señaló Juan Carlos Sandoval, gerente general de La Maquila Lama.
Suzanne Seco, nutricionista, destaca que son muchas las investigaciones científicas que respaldan el poder de los frijoles y enumera sus beneficios:
- Control del azúcar en la sangre: Gracias a su bajo índice glucémico, los frijoles son ideales para personas con diabetes, ayudando a regular los niveles de azúcar.
- Ricos en fibra: La fibra presente en los frijoles favorece la digestión y previene el estreñimiento.
- Alto contenido de proteínas: Los frijoles son una excelente fuente de proteínas vegetales, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos, especialmente en dietas vegetarianas y veganas.
- Fuente de vitaminas: Ricos en vitaminas del complejo B y tiamina, los frijoles también contienen ácido fólico, crucial para el desarrollo fetal y la prevención de defectos del tubo neural durante el embarazo.
- Fuente de minerales: Los frijoles contienen hierro, magnesio, potasio y zinc, todos necesarios para el desarrollo físico y mental, siendo especialmente beneficiosos para niños, adolescentes y mujeres embarazadas.
- Beneficios para el corazón: La combinación de fibra, potasio, folato y antioxidantes en los frijoles contribuye a la salud cardiovascular y ayuda a combatir los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y ciertos tipos de cáncer, como el de colon.
Los nutricionistas apuntan a diversos mitos como una de las razones de la disminución en el consumo de frijoles. “La gente piensa que los carbohidratos son dañinos, pero todo lo contrario, son una fuente de energía esencial”, explicó Suzanne Seco. Además, se ha identificado la creencia errónea de que los frijoles engordan, cuando en realidad tienen un contenido muy bajo de grasas saturadas, y su aporte en proteínas y fibra favorece la sensación de saciedad y el control del peso.
Para quienes sienten que los frijoles les caen pesados, Seco recomienda remojarlos en agua por un mínimo de 8 horas y cambiar el agua antes de cocinarlos, lo que puede reducir los efectos digestivos adversos.
Juan Carlos Sandoval también resaltó el compromiso de los importadores para asegurar que los frijoles no falten en las mesas costarricenses, a pesar de que el país solo produce el 20% de los frijoles que consume. “Lanzamos estrategias para que los problemas como los cambios climáticos y el aumento en fletes no afecten la disponibilidad ni el precio de este producto tan básico y completo”, afirmó Sandoval.
Los frijoles son un alimento económico y versátil que puede ser incorporado en una variedad de platos como sopas, ensaladas, gallo pinto, rice and beans, frijoles blancos con carne de cerdo, chifrijo, y más. En el mes de la patria, es un buen momento para recordar que el frijol ha sido cultivado en Mesoamérica desde hace 8,000 años y fue parte esencial de la dieta de los pueblos indígenas, un legado de nuestros antepasados que continúa siendo un valioso alimento.