Los grandes retos y desafíos que afrontan las naciones, no sólo implican generar planes de desarrollo y sostenibilidad a nivel de ciudad, sino que también se deben de acompañar de datos, además de herramientas tecnológicas, que les faciliten a los entes estatales, privados y a la ciudadanía en general, manejo de la información, para una eficaz e inteligente toma de decisiones, en la vida cotidiana.

El estudiar de forma periódica el accionar y conducción de las ciudades es, un tema de gran discusión, porque implica la inclusión de varios actores, llámense estos entes estatales, privados, pymes y hasta ciudadanía, que como tal forman parte de un gran ecosistema, cuya finalidad es crear lugares o ambientes, donde las personas, no sólo cuenten con una alta calidad de vida, sino que también puedan poseer condiciones favorables, para su existencia.

Cuando se habla de ciudades inteligentes, es importante brindar una profunda y relevante explicación de que las mismas como tal, no sólo son territorios o extensiones geográficas, donde habitan personas, son también esos sistemas que cuentan con recursos tecnológicos, digitales y hasta herramientas disruptivas, cuya finalidad consisten en, poder detectar y hasta estudiar de manera constante, las diferentes necesidades, deseos, además de riesgos que puede enfrentar una ciudadanía o población, lo que fomenta la facilidad de toma de decisiones, además de poder organizar por grupos a las personas.

Ya que gracias a este tipo de modelos de convivencia social, se puede dar facilidad para la implementación de políticas y acciones como la gobernanza de datos, con el afán de poder resolver y prevenir de forma inmediata; en tiempo real; situaciones de variada naturaleza, que permitan disminuir la fuerza de impacto en la humanidad.

Expertos en la rama como De la Rosa (2022), citan la importancia que puede generar una ciudad inteligente, tomando en cuenta lo siguiente:

si bien el concepto de “ciudades inteligentes” tiene una connotación únicamente digital, Hugo Isaak Zepeda mencionó que en realidad un 30% tiene que ver con la tecnología y 70% es la estructura mental basada en conocimientos que tiene cada sociedad; es decir, cómo entendernos el universo y cómo nos apoyamos con la tecnología para sean más prósperos, y a su vez interconectar las ciudades”.

En el momento y situación histórica, por el que se encuentra la humanidad, es de gran magnitud considerar, que el concepto ciudad inteligente también, hace énfasis en la importancia de construir y diseñar, ecosistemas tecnológicos capaces de poder desarrollar ciencia de datos, para el adecuado uso de los recursos estratégicos de una zona en cuestión, ya sea esta de carácter geográfico, incluyendo elementos como el transporte, infraestructura además de la generación de energía verde, con el fin de brindar sostenibilidad y mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

Parte de los criterios que se deben tomar en cuenta para la consolidación, de  proyectos de esta envergadura, son los siguientes.

  • Redes y sistemas de detección sensorial: es de gran impacto poder implementar redes y sistema sensoriales, para la proyección de datos en tiempo real, facilitando así, la toma de decisiones en la misma ciudad, a través del uso de Apps (aplicaciones) y servicios básicos.
  • Conectividad: gracias a la conectividad, los gobiernos locales, pueden tener interacción con la ciudadanía, para la interacción y transmisión de datos, resolviendo dudas y consultas, sobre uso de los servicios básicos, además de los comerciales.
  • Datos abiertos: otro criterio a considerar es la transparencia, que los gobiernos locales, deben tener con los datos abiertos, ya que para que una ciudad pueda ser eficiente y eficaz en términos inteligentes, deben también; cimentar los sistemas de planificación que abarquen las diferentes aristas de la sociedad, con el fin de tener conexión directa con la ciudadanía.

De las primeras acciones que se ejecutan, para el manejo y clasificación de datos, hay que remontarse a la década de los sesenta, en los Estados Unidos, donde ciudades como Los Ángeles, en California, empiezan a tomar las primeras decisiones, con la clasificación de datos informáticos, para la identificación de barrios con focos de pobreza, para poder tomar acciones de combate sobre riesgo social.

A partir del año 2018 también entes especializados como McKinsey Global Institute, hacen mención de tema además de que toman el concepto como definitivo sobre lo que es la ciudad inteligente; dan explicación de que los mismos residentes toman gran participación para la facilitación de datos a través del uso de plataformas móviles y aplicaciones interactivas.

En el tiempo por el que se vive hoy en día, se vuelve clave, ya que generar áreas de inteligencia, fomenta la facilidad de poder ejecutar acciones, que beneficien el estilo de vida de las personas.

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