Hay varios países como Chile, México, Perú y Uruguay, entre otros, que ya proporcionan a sus consumidores una información clara, concisa y correcta de los nutrientes críticos que contiene el producto que compran. Esto porque han aprobado el Etiquetado Frontal Nutricional (EFAN) en sus envases y empaques.

En nuestros supermercados ya hemos podido ver que el dulce de leche proveniente de Uruguay viene con el sello de Exceso de Azúcar, y una de estas sopas instantáneas envasadas en México viene con el sello de Exceso de Grasas Saturadas y Exceso de Sodio.

Este etiquetado lo que me dice es qué nutrientes críticos tiene lo que elijo comprar y no por ello estoy haciendo quebrar a ninguna empresa uruguaya o mexicana. Lo que han logrado en esos países es cumplir con el derecho del consumidor a saber qué está comprando y consumiendo. 

Es por ello que el proyecto de Ley 23861,Ley de Etiquetado Frontal con Advertencias Nutricionales para Productos Alimenticios y Bebidas no Alcohólicas” lo que viene a hacer es a informar de forma oportuna, concisa y directa si un alimento contiene exceso de azúcar, sodio, grasas trans, grasas saturadas, edulcorantes o cafeína.

El Etiquetado Frontal Nutricional (EFAN) se ha aplicado en varios países y no va en contra del desarrollo de la industria nacional como han hecho creer algunos mediante videos falaces. Al contrario, impulsa la innovación y la calidad en la industria alimenticia, de la mano de la salud.

Los diputados y diputadas que conforman la Comisión de Discapacidad y Adulto Mayor pueden respaldar el derecho que tenemos los consumidores de saber qué contienen los productos que consumimos aprobando este proyecto de Ley y facilitándonos las compras saludables.

Con ello, esperamos disminuir las 6.000 muertes por cáncer reportadas en el año 2022, de las cuales muchas tienen relación con el sobrepeso, la obesidad; también podemos disminuir los índices de enfermedades relacionadas como hipertensión y diabetes.

Pero no es solo un asunto de salud física y mental; también es un asunto de finanzas estatales. La  Caja Costarricense del Seguro Social no debe ni puede seguir gastando más de $691 millones al año en curar enfermedades relacionadas con la mala alimentación. Estos sellos nos ayudarán a pensar en cómo nos alimentamos, cuánto ejercicio estamos haciendo, cuánto estamos ayudando a que la Caja no siga teniendo que invertir en curar nuestros malos hábitos.

La Sala IV ya indicó que el EFAN es urgente y necesario para el país. Además, confirmó que no contradice el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) y que está estrechamente relacionado con el derecho a la salud y el derecho de los consumidores a recibir información clara y comprensible sobre los productos que consumen.

El 81% de las respuestas a las consultas realizadas por la Comisión de Discapacidad y Adulto Mayor fueron favorables, incluyendo colegios profesionales como el de Médicos y Cirujanos y el de Nutrición, además de universidades y gobiernos locales. También, el Ministerio de Salud expresó su apoyo, destacando que esta ley ayudará a los ciudadanos a tomar decisiones más saludables y reducirá la carga de enfermedades crónicas en el país.

Como integrante del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Malnutrición, esperamos que cada uno de los diputados que conforman la comisión apoye este proyecto de Ley. El impacto de esta legislación podría evitar que futuras generaciones enfrenten enfermedades crónicas que antes sólo afectaba a adultos malnutridos. Hoy, lastimosamente vemos a niños y adolescentes con enfermedades de adultos mayores. Por el bienestar de cada costarricense, pero también por la ya frágil CCSS debemos apoyar políticas y estrategias que promuevan la alimentación saludable y disminuyan la carga económica en el sistema de salud.

Hay otras leyes como las del diputado Yonder Salas, que complementan el proyecto Nº23861, al proteger a menores de edad de la publicidad engañosa y al fortalecer los derechos de las personas con discapacidad y los adultos mayores, quienes también se ven gravemente afectados por la mala alimentación.

Como profesional en salud mental, siendo persona con experiencia vivida como paciente crónico (diabetes, hipertensión y cáncer) y presidenta de dos ONGs de la sociedad civil, espero poder contribuir junto con las más de mil personas que estamos solicitando a la Asamblea Legislativa la rápida aprobación del EFAN.

Sé que la Asamblea Legislativa puede mejorar la salud de Costa Rica aprobando el proyecto de Ley 23861 y otras leyes. Además, espero que nuestros Ministerio de Salud, Ministerio de Educación y Caja Costarricense del Seguro Social impulsen campañas para que Costa Rica se alimente mejor y haga más ejercicio y de esa forma reduzcamos la alta carga de enfermedades y por ende la carga económica

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