Estudiantes ticos destacaron en La Habana.
Dos jóvenes costarricenses subieron al podio en la XVII Olimpiada Iberoamericana de Biología celebrada en La Habana, Cuba. Andrés Corrales, del Colegio Científico de Puntarenas, se llevó la medalla de oro, mientras que Juan Diego Castro, del Colegio del Valle de Pérez Zeledón, ganó una medalla de bronce. Los estudiantes fueron acompañados por los académicos José Pereira Chaves y Federico Herrera Madrigal, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA).
La competencia contó con la participación de 45 estudiantes de 15 países, quienes realizaron exámenes teóricos y experimentales que evaluaron sus conocimientos en áreas como anatomía, fisiología, biología celular y molecular, genética, ecología, y más.
“A pesar de las dificultades económicas que tiene Costa Rica, siempre se tiene el compromiso de promover extracurricularmente las destrezas, habilidades y competencias del pensamiento científico,” comentó José Pereira, quien puso énfasis en la importancia de iniciativas que permitan a los estudiantes costarricenses competir y destacarse en escenarios internacionales.
La UNA señaló que el éxito de los muchachos ilustra la necesidad de contar con un financiamiento permanente para las olimpiadas científicas, como lo propone el expediente N° 24.164 en la Asamblea Legislativa.
Para los académicos y organizadores, garantizar recursos económicos es fundamental para continuar ofreciendo oportunidades a la juventud costarricense y potenciar las áreas STEM, esenciales para el desarrollo del país:
“Desde la Comisión organizadora, conformada por UNA, UNED, UCR, TEC, MEP, MICITT Y COLYPRO, docentes y estudiantes, (queremos señalar que) no es posible que todos los años tengamos la incertidumbre de qué esperar para el próximo, quién apoyará financieramente, y sobre todo la angustia que le genera a los estudiantes que siguen un proceso de entrenamiento para competir a nivel centroamericano, iberoamericana y mundialmente. Si queremos seguir trabajando en lo más importante que es nuestra niñez y juventud, se debe contar con el contenido presupuestario. Insto y pido respetuosamente el apoyo a las personas diputadas para que esta iniciativa sea analizada, valorada y aprobada para seguir avanzando desde los distintos espacios, las evidencias están, el compromiso está y la necesidad de potenciar las áreas STEM es una obligación en la actualidad. Este año la Vicerrectoría de Investigación de la UNA aportó el financiamiento para hacer posible la participación de estos muchachos”.