Tasa de Política Monetaria se mantuvo en 4,75% por cinco meses.

El Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció la decisión de su Junta Directiva de reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base para ubicarla en 4,25% anual, siendo esta la primera modificación que se realiza desde el pasado 26 de abril.

La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que el Banco Central usa como referencia cuando inyecta o recoge recursos en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL). Se trata del principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación, y es el que define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución.

Cuando los bancos piden préstamos al Central, una rebaja en la TPM hace que los bancos tengan que pagar menos por recibir recursos del Banco Central, y por ende trasladan esa reducción a las tasas que cobran a los préstamos de sus clientes.

Mientras que, cuando hay exceso de liquidez y se da una rebaja en la TPM los bancos que colocan recursos a un día en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL) reciben menos intereses por esos dineros, lo que incentiva que traten de colocar más recursos en créditos y préstamos y bajen sus tasas de interés para este fin.

De este modo, con una TPM más alta es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación. Los ajustes en la TPM suelen verse reflejados en la Tasa Básica Pasiva unos seis meses después de aplicados.

El Banco Central comenzó a aumentar la TPM a finales del 2021 para contener inflación y la llevó hasta un 9% en menos de un año, y, tras la caída de la inflación desde marzo de 2023 comenzó a reducir gradualmente hasta llevarla al 4,75% donde se ubicó desde abril anterior.

Desde el Banco Central justificaron la modificación recordando que uno de sus objetivos principales es procurar una inflación baja, lo cual "incide positivamente en el crecimiento económico, en la generación de empleo y, por lo tanto, en el bienestar de la población".

Adicionalmente, destacaron que en el ámbito internacional, la inflación (tanto el indicador general como el subyacente) continúan a la baja y el comportamiento al alza, observado en meses recientes en algunas economías, particularmente latinoamericanas, se moderó o revertió en unos casos, mientras que las perspectivas macroeconómicas, han llevado a que la mayoría de los bancos centrales de economías desarrolladas y emergentes avanzaran hacia la flexibilización de la política monetaria, aunque mantienen los mensajes de prudencia en sus comunicaciones.

Sobre las condiciones internas de la economía costarricense el Central destacó el crecimiento interanual de la economía, medido por el Índice Mensual de Actividad Económica, a julio de este año fue de 4,2%, y que la tasa de desempleo a ese mismo mes fue de 7,8%, mientra que la inflación, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, se ubicó en 0,3% en agosto pasado, y se estima que regresará a su meta del 3% ±1 punto porcentual, es decir entre 2 y 4%, hasta el tercer trimestre del próximo año.

Finalmente, el BCCR destacó que la valoración de riesgos asociada con las proyecciones de inflación está inclinada a la baja en el corto
plazo y balanceada en el mediano plazo.

De los riesgos a la baja destacaron la posibilidad de:

  • Un crecimiento económico de socios comerciales menor al previsto, por una política monetaria restrictiva por un periodo más prolongado.
  • Reducciones adicionales en los precios de las materias primas importadas, en particular del petróleo, caracterizado por una alta volatilidad.
  • Menores expectativas de inflación, influidas por la persistencia de valores de inflación por debajo del rango de tolerancia.

Mientras que entre los riesgos al alza sobresalen la posibilidad de:

  • Los choques de oferta generados por medidas restrictivas que impacten la producción y el comercio internacional, debido al escalamiento de los conflictos geopolíticos actuales y los procesos electorales;
  • Fenómenos climatológicos adversos, locales y externos.