El paratenista costarricense José Pablo Gil Rodríguez se despidió de los Juegos Paralímpicos de París 2024 en un escenario inigualable: el estadio principal del complejo deportivo Roland Garros, el Philippe Chatrier. Aunque su deseo era obtener un resultado diferente, su legado en el deporte trasciende cualquier marcador.

El estadio Philippe-Chatrier se puso de pie para despedir al costarricense después de un partido que lo enfrentó al estadounidense Conner Stroud. José Pablo comenzó con fuerza, alentado por las banderas de Costa Rica que ondeaban en varios sectores, pero Stroud logró dominar el encuentro y llevarse la victoria con un marcador de 6-3 y 6-1.

Desde la banca, su padre le daba indicaciones, buscando maneras de desestabilizar al norteamericano, quien respondía con jugadas impresionantes. En el segundo set, José Pablo intentó abrir la cancha y atacar por los costados, pero no logró encontrar la manera de sumar puntos. No fue su mejor día.

Al finalizar el partido, su familia y los aficionados costarricenses se acercaron para ofrecerle su apoyo, a lo que José Pablo, visiblemente afectado, solo pudo responder con un simple "Gracias por venir". A pesar del resultado, su esfuerzo y dedicación fueron evidentes.

Incluso un grupo de niños franceses lo esperó fuera del estadio para pedirle una foto, demostrando el impacto que dejó en el público. Aunque estos Juegos Paralímpicos terminaron antes de lo que José Pablo esperaba, su participación en París 2024 se recordará por su entrega y la conexión que generó con quienes lo apoyaron.


LaJornada.cr agradece el apoyo del Banco Popular para dar seguimiento a los atletas costarricenses en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.