En Congo el 70% de los casos y el 85% de las muertes son menores de 15 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles una emergencia sanitaria internacional debido a los brotes de viruela del mono (Mpox) en Congo y otras partes de África que han provocado ya más de 500 muertes e infectado a más de 14.000 personas, tras la aparición de una nueva forma más letal del virus.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África) ya habían declarado esta situación como una emergencia de salud pública, destacando la urgente necesidad de ayuda internacional. "La posibilidad de una mayor propagación más allá de África es muy preocupante", advirtió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
LIVE: Media briefing with @DrTedros on outcome of the #mpox Emergency Committee meeting https://t.co/oghcXCgqcl
— World Health Organization (WHO) (@WHO) August 14, 2024
El brote ha golpeado con fuerza a Congo, donde se concentra el 96% de los casos y muertes, con un aumento del 160% en las infecciones respecto al año pasado. Alarmantemente, casi el 70% de los casos en Congo involucran a niños menores de 15 años, quienes representan el 85% de las muertes.
Salim Abdool Karim, presidente del grupo de emergencias del CDC de África, expresó gran preocupación por la nueva variante que se propaga desde Congo, que tiene una tasa de mortalidad del 3-4%. Esta variante es menos visible debido a síntomas más leves y lesiones en los genitales, lo que dificulta su detección y contención.
En medio de esta crisis, el sistema de salud de Congo está colapsado por múltiples desafíos, incluidos la malnutrición, el sarampión y el cólera. La situación se agravó con la propagación de la viruela del mono en campamentos de refugiados, donde el hacinamiento contribuye a más infecciones.
Los esfuerzos por contener el virus se han visto obstaculizados por la limitada disponibilidad de vacunas. A pesar de la solicitud de 4 millones de dosis de la vacuna contra la viruela del mono, solo Estados Unidos y Japón han mostrado disposición para suministrarlas.
La declaración de emergencia de la OMS tiene como objetivo movilizar el apoyo global, pero las respuestas a declaraciones anteriores han sido mixtas.