Obras son resultado del concurso-proyecto Puesta al Fuego de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional.

La edición de los 15 años del concurso-proyecto Puesta al Fuego de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional presenta una programación especial con las puestas en escena de Sonia Suárez “Saladas aguas dulces” y Fabián Arguedas “Este mundo merece tu paz”.

La primera de estas obras tiene como objetivo trasladar al público a un viaje fantasma en la búsqueda de la felicidad, y para ello explorará nuevas posibilidades expresivas de la plástica escénica y la acusmática.

La obra narra la historia a bordo de un gran barco, donde los marineros están reunidos en el salón de las fiestas para asistir a un evento organizado por el capitán. El contramaestre presenta a los tripulantes un juego que se llevará en espera de la celebración del hallazgo de un tesoro que tienen que conseguir por medio de un mapa.

Según Suárez, el barco es como el “holandés errante”, donde cuenta la leyenda, el protagonista es un barco fantasma que no pudo volver a puerto, condenado a vagar a la deriva en el océano alrededor del mundo. En esta propuesta, los animadores son el capitán, el contramaestre y un músico, mientras que el público protagoniza a los marineros.  El barco finalmente encontrará el tesoro, ¿será lo que esperan?

La directora señaló:

Con esto pretendo construir la metáfora de la utopía de “la búsqueda del tesoro”, el objeto del deseo que todos exploramos en la sociedad contemporánea; una búsqueda de la felicidad donde lo importante no es el destino sino el viaje”.

Suárez asegura que quisiera contar más a través de las imágenes que del texto. “Esto incluye no solo los colores, las texturas y el diseño del paisaje sonoro”. Sobre el paisaje visual explicó:

Lo entenderemos como un tipo particular de puesta en escena donde tanto el cuerpo del intérprete, como la escenografía y demás elementos plásticos y visuales no se diferencian. Tanto que se puede hablar de una visión unitaria y equilibrada donde las partes se resignifican entre sí en su conjunto. En este sentido la obra presentaría un planteamiento diferente de las características convencionales de este género, en donde el trabajo del intérprete prima sobre la imagen plástica tanto escenográfica como lumínica o del vestuario, por el contrario, en esta propuesta es considerada como un todo plástico que abarca el cuerpo y la voz, el espacio escénico y la imagen global”.

La directora no es ajena al mundo de los escenarios, su experiencia laboral transita entre la producción, el diseño de la plástica escénica y la gestión cultural. Su debut como directora lo hizo en el 2022 en el Teatro 1887, sin embargo, asegura que todavía está en la búsqueda de su sello propio.

Por su parte, la obra “Este mundo merece tu paz” es el resultado de un proceso creativo que unifica la escritura dramática y la dirección escénica, donde se brinda a cada intérprete la oportunidad de colaborar con el director en la creación y elaboración de cada escena.

Para Arguedas, esta metodología implica una estrecha colaboración entre el elenco y el director, para convertir cada sesión de trabajo en un espacio de exploración y experimentación.

Este método surge de una investigación hecha por Arguedas en una pasantía que desarrolló gracias a la Escuela de Arte Escénico en la Universidad de Cuenca, Ecuador, donde tuvo la oportunidad de dirigir el Festival Estrafalaria.

La obra se enfoca en el viaje de descubrimiento y autoconocimiento a través de los desafíos y las adversidades que enfrenta un individuo. Utilizando metáforas, se exploran temas como la vida, la luz, el amor y la esperanza, que sirven como temas para contar la historia de transformación personal y sus múltiples significados.

La música de la banda argentina El Plan de la Mariposa actúa como punto de partida enriqueciendo la experiencia teatral. Cada canción elegida desempeña un papel clave en la narrativa, llevando al público a un viaje emocional y reflexivo.

A lo largo de la obra, los espectadores presencian la evolución interna de los personajes, quienes enfrentan momentos oscuros y desafiantes para finalmente encontrar la luz. Este viaje simbólico invita a los espectadores a reflexionar sobre sus propias experiencias y encontrar significado en los desafíos de la vida.

La propuesta escénica integra música, danza, metáfora visual y narrativa para ofrecer una experiencia teatral que profundiza en la exploración de la escritura dramática y la dirección escénica.

Ambas obras se presentarán del 30 de agosto al 1 de setiembre y del 6 al 8 de setiembre en el Teatro Atahualpa del Cioppo de la UNA.  Las funciones los viernes y sábado serán a las 7 p.m. mientras que los domingos es a las 5 p.m. Las reservaciones se pueden hacer en este enlace.

Puesta al Fuego

El concurso-proyecto Puesta al Fuego, celebra este año su XV aniversario. Este proyecto nació con el objetivo de proporcionar a los estudiantes un espacio para la creación teatral centrado en la dirección escénica.

A la fecha 29 estudiantes avanzados y egresados tuvieron la oportunidad de combinar la producción con la formación integral, no solo asumen la dirección del montaje, sino que también se involucran en la actuación, el diseño y la producción, lo que permite una experiencia completa del proceso creativo.

El concurso ha permitido la puesta en escena de obras como “Variaciones del teatro y la muerte”, “Dulce tentación”, “Mil almas para la Segua”, “Días felices”, “Hacer el amor bailando” y “Limones dulces”, son que tomaron vida en manos estudiantiles.

Puesta al Fuego, gestionado en sus inicios por el académico Isaac Talavera con el apoyo en la producción de la académica jubilada Vera Ramírez, sigue mostrando su apoyo al talento joven, y a los espacios de experimentación y expresión artística en la comunidad escénica.

En la actualidad el concurso es organizado por el académico Reinaldo Amien, coordinador de Teatro en el Campus, junto con Andrea Charod como coordinadora técnica, y Adriana Cuéllar en la producción.