El espacio, revitalizado y mantenido por la comunidad, enfrenta el riesgo de ser subastado por el Banco Nacional.

La comunidad de Monteverde enfrenta un desafío crítico con la posible pérdida del Centro Cultural Riochante, un espacio que ha sido un pilar fundamental para el desarrollo cultural y social de la región durante los últimos ocho años.

Vecinos y miembros de la Asociación Centro Cultural de Monteverde han reaccionado ante la inminente subasta de la propiedad por parte del Banco Nacional de Costa Rica, solicitando una pausa en el proceso para explorar soluciones que mantengan el sitio en manos de la comunidad.

Historia de resiliencia y compromiso comunitario

Riochante nació como una respuesta a la necesidad de rescatar un espacio en decadencia, que había sido un foco de inseguridad en Monteverde. Originalmente abandonada y utilizada por personas ajenas a la comunidad, la propiedad se encontraba en condiciones que representaban un riesgo para los jóvenes y vecinos del lugar.

Un grupo de ciudadanos, motivados por el deseo de transformar el área en un espacio seguro y culturalmente enriquecedor, se organizó para limpiar y rehabilitar la propiedad. Con el tiempo, Riochante se consolidó como un centro vibrante de creatividad y educación, ofreciendo talleres, exposiciones y encuentros artísticos que han enriquecido la vida cultural de Monteverde y sus alrededores.

Desde su creación, la comunidad ha invertido más de 15,650 horas de trabajo voluntario en la restauración, mantenimiento y operación del centro, además de 15,760 horas dedicadas a vigilancia nocturna para proteger el lugar. La financiación ha dependido en gran parte de las donaciones de vecinos y vecinas que participan en las actividades del centro, un reflejo del fuerte compromiso de la comunidad con la preservación de este espacio.

Diálogo con el Banco Nacional y las autoridades

A pesar de los esfuerzos comunitarios, Riochante se encuentra en riesgo debido a la decisión del BN de subastar la propiedad. Según los vecinos, ha habido un diálogo constante con el banco y las autoridades locales para explorar opciones que permitan mantener el centro bajo la gestión comunitaria, pero hasta ahora, no se ha alcanzado una solución satisfactoria.

La comunidad insta al Banco Nacional a considerar la importancia de Riochante no solo como un edificio, sino como un símbolo de la resiliencia y creatividad de Monteverde. Los vecinos proponen esperar a que se finalice la declaración de la propiedad como Patrimonio Nacional, lo que facilitaría su adquisición por parte de la organización sin fines de lucro que gestiona el centro. Este enfoque, argumentan, sería una forma de garantizar que Riochante siga siendo un espacio accesible para todos y no termine en manos privadas.

Un llamado a la acción

El llamado de la comunidad es claro: solicitan al Banco Nacional que pause el proceso de subasta y explore junto a ellos una solución que respete y preserve el patrimonio cultural de Monteverde. "No se trata de un grupo de artistas queriendo quedarse con una propiedad", subrayan los miembros de la Asociación Centro Cultural de Monteverde:

Es un esfuerzo genuino por mantener un espacio que ha demostrado su valor y que pertenece a todos los que han contribuido a su existencia".

La asociación tiene claro que el futuro de Riochante depende de la capacidad de la comunidad para movilizarse y sensibilizar a las autoridades y al Banco Nacional sobre la importancia de este centro cultural. “La decisión que se tome no solo afectará a los actuales vecinos de Monteverde, sino que resonará en las generaciones futuras, que podrían perder un espacio que ha sido testigo y motor del desarrollo cultural y social de la región”, explican.

Para más información sobre cómo apoyar esta causa, la comunidad ha habilitado varias plataformas, incluyendo una petición en Change.org y una campaña de recaudación en GoFundMe.