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Joven madre de dos hijos es una de las pocas operadoras de retroexcavadoras en el país.

Manejar un chapulín, operar una retroexcavadora (back hoe) o “travesear” una draga no es algo que intimide a Jazmín Arias Villalobos, pues esta joven guapileña es una fanática de la maquinaria pesada y amante de los retos.

En un mundo tradicionalmente dominado por hombres, Jazmín destaca. No son pocos quienes se sorprenden al ver a esta dinámica madre operando con destreza un back hoe en los proyectos que desarrolla América Construcciones (Amco).

Uno de ellos fue el conocido Padre Sergio, de Obras del Espíritu Santo, quien al verla trabajando en los albergues juveniles, que actualmente Amco construye en Cristo Rey, exclamó "Mi niña, ¿qué está haciendo ahí? ¡Qué linda que se ve!”. Y de inmediato se subió a la retroexcavadora, pidiendo a la gente cercana que les tomara una fotografía.

Jazmín tiene poco tiempo de ser parte de Amco, pero su “pasión amarilla”, como ella llama a su amor por las máquinas, data de hace unos cuatro años cuando su expareja, padre de sus dos hijos, la motivó a probar suerte en el manejo de maquinaria pesada. Arias contó:

Mi expareja trabajaba con este tipo de equipo, yo era ama de casa. El me mostraba las funciones de la maquinaria y así fui aprendiendo. Me motivaba comentándome que yo podía con eso y más. Poco tiempo después me habló de un señor que ocupaba una persona que le manejara un chapulín para sacar madera de una propiedad. Yo fui, me entrevisté con él, me enseñó el equipo y terminó diciéndome que se iba, pues no tenía nada que hacer ahí, ya contaba con la operaria que necesitaba…. Y ahí me quedé”.

Aparte de la satisfacción de haber obtenido ese empleo logró otras cosas importantes. Según explicó Jazmín, esta era una empresa un tanto machista, donde no se veía a una mujer ejecutando esas labores. Ella lo hizo bien, se ganó el respeto de sus compañeros de trabajo e incluso se dio la oportunidad de experimentar con otros equipos.

Jazmín Arias Villalobos

Una nueva experiencia

Tiempo después Jazmín decidió probar nuevos rumbos, de ahí que hizo pruebas de selección en Amco. Aunque en su primer intento no pudo ingresar y se sintió muy triste por ello, no se dio por vencida.

Empezó a laborar en CoopeVictoria, en Grecia, manejando un chapulín durante la época de zafra. Una vez que finalizó esta temporada buscó de nuevo trabajo en AMCO…y lo consiguió.

Desde entonces, la ahora vecina de Grecia, ha laborado en varios proyectos de la compañía, en unos condominios en San Isidro de Heredia y en los albergues de Obras del Espíritu Santo, en San José, operando una retroexcavadora, cosa que como ella misma reconoce, le encanta. Arias dijo:

Montarme en esta maquinaria me realiza, me transforma. Yo digo que a mi me corre sangre hidráulica. Yo disfruto vivir esta ‘Pasión Amarilla’. De hecho, soy fanática del Caterpillar e incluso cada vez que puedo me meto a la página de MATRA para ver qué me compro, si una gorra, un accesorio o algo”.

La meta de esta joven madre es seguir trabajando en esta industria, escalar a nuevas alturas, con nuevos retos y desafíos, pues desea ser el tipo de operaria que hace de todo en todo tipo de equipo. Además, aspira a ser fuente de inspiración para que más mujeres accedan a este tipo de labores

Arias relató:

Me encanta trabajar en Amco, es hermoso estar aquí. Todos nos ayudamos, tanto jefes como compañeros. Lo chinean a uno. Amco es la única empresa en que me he sentido en casa”.

Esto, así como el amor hacia sus dos hijos, son lo que le motivan a trabajar duro diariamente. Ella se levanta entre las 3 a.m. y 4 a.m. para alistarse, cocinar y dejar desayuno preparado para sus niños y novio. Sale de su casa en Grecia tipo 5 a.m., toma su moto y se dirige al sitio de construcción, donde llega aproximadamente a las 6 a.m. Aunque en el lugar se inician labores a las 6.30 a.m., ella tiene por costumbre llegar temprano. Cumple su jornada hasta las 5 p.m. y va llegando a su casa entre 6 p.m. y 7 p.m., dependiendo del nivel de congestionamiento de tránsito en la calle. Entonces aprovecha para comer, compartir con su familia y descansar.

Arias concluyó:

Yo disfruto lo que hago y me encanta trabajar en esto. Mis hijos son mi fuerza e inspiración, así que por ellos me esfuerzo mucho, pero lo hago con pasión. Yo no pienso en el futuro, vivo el día de hoy, pero si quiero seguirme preparando para conocer más de este negocio y manejar todo lo que sea motorizado para delante y para atrás”.