El 31 de julio de 2024, Ismail Haniyeh, líder del buró político de Hamas hasta ese momento, fue asesinado en Irán, donde se encontraba en una residencia privada. Este asesinato marcó el fin de una era de casi dos décadas en las que Haniyeh mantuvo un papel central en el liderazgo palestino.

Haniyeh, creció bajo la influencia de los Hermanos Musulmanes, abogando por la implementación del islam como un sistema integral para la vida política y social de los palestinos sin hacer una separación entre religión y Estado. Fue un cercano colaborador del Sheij Ahmed Yassin, líder espiritual de Hamas asesinado en una operación en el año 2004, compartían visión política que sustituía los principios del nacionalismo árabe por el nacionalismo islámico como una forma de “liberar” y devolver el honor a la población palestina.

Promovió la lucha contra Israel mediante la "resistencia armada" (muqawama en árabe), término potabilizado en vez del común de otras organizaciones que mantenían el discurso de la "yihad" (de la espada en esta interpretación) y así desvincularse de movimientos más catalogados como activistas del terrorismo. Incluso y a pesar de llamar constantemente a la destrucción de Israel, en su carta fundamental de los 80s y en la del 2017 tomaron más en consideración ese llamado a la muqawama que le generó réditos importantes.

Tras tres años de cárcel en Israel desde 1989 hasta1992, regresó al activismo, primero en un campo palestino en el Líbano y luego, en 1997, en su regreso a la Franja de Gaza, fue nombrado jefe de la oficina del Sheij Yassin. Consolidando su liderazgo a partir de los cambios políticos palestinos desde la muerte de Arafat, las elecciones generales y el futuro cisma político que enfrentaron los palestinos que se mantiene hasta hoy.

En el año 2017, asumió el liderazgo del buró político de Hamas, mientras que, en 2018, fue declarado terrorista por varias naciones, lo que le obligó a mudarse a Catar para continuar su activismo desde allí.

El asesinato de Haniyeh encendió aún más la chispa de la violencia en la región de Oriente Medio en general, pero también impulsó la necesidad de establecer un nuevo líder para Hamas. En algún momento se consideró a Khaled Meshaal, quien se encuentra hace años haciendo activismo pro – palestino desde Siria, sin embargo, sus críticas hacia el gobierno de Bashar Al Assad en algún momento por la guerra interna que vive ese país le valió perder el apoyo por parte de Irán quien posiblemente ha sido el gran responsable que finalmente se decantaran por elegir a Yehya Sinwar, quien hasta ese momento fungía como líder de Hamas solo para Gaza y vinculado fuertemente al brazo armado.

De acuerdo con Yohanan Tzoreff del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) de Tel Aviv en Israel, esta elección de Sinwar fue inesperada, pero no demasiado sorprendente, debido a que cuenta con apoyo del gobierno en Teherán y además demuestra un alineamiento más hacia la beligerancia y la lucha armada que a planteamientos diplomáticos.

Yehya Sinwar, originario del campo de Khan Younis, en Gaza, es una figura clave en la conexión entre las alas política y militar de Hamas. Conocido como el "carnicero de Khan Younis", ha sido uno de los arquitectos de la Fuerza de Seguridad Interna de Hamas, encargada de perseguir a los palestinos sospechosos de colaborar con Israel.

En el año 1989, fue condenado a cuatro cadenas perpetuas por su participación en el asesinato de soldados israelíes y de ciudadanos palestinos sospechosos de colaboración con el gobierno de Israel, sin embargo, en el año 2011 fue intercambiado como parte de un acuerdo de prisioneros por el soldado Gilad Shalit.

En prisión, Sinwar perfeccionó su dominio del hebreo, permitiéndole entender mejor la mentalidad israelí, un factor que algunos expertos creen le da una ventaja estratégica. Su elección como líder de Hamas envía un mensaje claro: la resistencia palestina sigue viva y está ahora más concentrada en Gaza, con menos intermediarios que antes.

Esta refuerza la creciente influencia del ala militar de Hamas, representada por las Brigadas Izz al-Din al-Qassam, quienes han ganado poder dentro de la organización, superando incluso a las facciones políticas exiliadas. El liderazgo de Hamas ha pasado de figuras políticas a un enfoque más militarizado, lo que podría llevar a una postura más beligerante en el futuro.

El asesinato de Mohammed Deif, el anterior comandante de las Brigadas de Izz al-Din al-Qassam, y la elección de Mohammed Sinwar, hermano de Yehya Sinwar, como su sucesor, consolidan aún más el poder del clan Sinwar en Gaza. Sin embargo, la creciente influencia de Irán en el liderazgo de Hamas plantea dudas sobre la autonomía de la organización y su capacidad para actuar en beneficio de los ciudadanos palestinos sin interferencias externas, lo que podría señalar un interés en transformar a Hamas en una especie de Hezbollah en los territorios palestinos con un fuerte poder y dominado desde el gobierno de Teherán.

La creciente militarización de Hamas y su alineación con los intereses iraníes podrían llevar a una mayor inestabilidad en Gaza y más sufrimiento para sus habitantes, incluso, impulsar un acuerdo en el cual se mantenga el liderazgo islamista en la Franja, no los devolverá a una condición anterior al 7 de octubre de 2023, sino a una en peores condiciones y sometería a la franja a una situación de desgaste, profundizando el daño que ya de por sí el pueblo sufre actualmente.

Además, la posibilidad de establecer un Estado palestino y hacer Gaza parte de este, lo sometería a una condición de fallido sin siquiera haber iniciado, por cuanto el sectarismo y la iraquización que sufrirían los territorios empujarían a un bucle interminable de muerte y destrucción, peor de lo que se experimenta hoy.

Haniyeh no era necesariamente un moderado como algunos lo quieren dejar ver, pero el paso hacia el liderazgo de Sinwar profundiza el espíritu militarizado del grupo y restringe las posibilidades reales de un gobierno de unidad y del fin de los conflictos en esa zona.

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