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En IGNIS, un centro dedicado a la prevención del abuso, ofrecen un espacio seguro donde las víctimas pueden recibir apoyo y orientación para iniciar su proceso de sanación.

El abuso, en cualquiera de sus formas, es una de las experiencias más devastadoras que una persona puede enfrentar. Sin embargo, a menudo, los efectos emocionales y psicológicos que este trauma genera se minimizan o se ignoran, dejando a las víctimas con un dolor profundo que puede hipotecar su vida entera. Según testimonios de sobrevivientes, el proceso de recuperación es largo y desafiante, con recuerdos persistentes que impactan la vida diaria.

Juan Carlos Oviedo Salazar, Director de IGNIS explica que el impacto del abuso trasciende el momento en que ocurre. Las víctimas pueden experimentar depresiones severas, trastornos de ansiedad, adicciones y, en algunos casos, ideas suicidas que, lamentablemente, pueden concretarse. Es común que las víctimas describan una vida sin sentido, con años dedicados a tratar de entender y superar el trauma, en un esfuerzo por reconectar con el mundo y encontrar nuevamente un propósito.

Adicionalmente, las víctimas de abuso a menudo enfrentan cuestionamientos y juicios que agravan su dolor. Frases como "¿Por qué no lo dijiste antes?" o "Si no lo dijiste es porque te gustaba" son respuestas frecuentes que añaden una capa adicional de sufrimiento. Ante esta realidad y de acuerdo con el especialista, es esencial recordar que la culpa nunca recae en la víctima; la responsabilidad siempre corresponde al agresor.

Consejos para sobrevivientes de abuso:

  1. Buscar ayuda profesional: Consultar con un psicólogo o terapeuta especializado en traumas puede ser el primer paso hacia la recuperación. El apoyo profesional permite explorar y abordar los efectos emocionales y psicológicos del abuso.
  2. Establecer una red de apoyo: Rodearse de personas de confianza que puedan ofrecer apoyo emocional es crucial. La familia, amigos cercanos o grupos de apoyo pueden proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y sentimientos.
  3. Evitar la autoculpa: Es importante recordar que el abuso nunca es culpa de la víctima. La responsabilidad recae únicamente en el agresor. Reforzar este entendimiento es vital para el proceso de sanación.
  4. Tomarse el tiempo necesario: La recuperación es un proceso individual y único para cada persona. No hay un tiempo establecido para sanar, y es fundamental avanzar a un ritmo propio, sin presión externa.

En IGNIS, centro dedicado a la prevención del abuso, se ofrece un espacio seguro donde las víctimas pueden recibir apoyo y orientación para iniciar su proceso de sanación. La organización comprende que la recuperación es un camino largo y difícil, que afecta todos los aspectos de la vida de una persona, desde el ámbito laboral hasta el afectivo y familiar. Por ello, IGNIS brinda atención personalizada y capacitaciones a familias, instituciones y empresas para fomentar una cultura de cuidado y buen trato hacia los más vulnerables.

"Es fundamental que quienes han sufrido abuso y sienten las terribles consecuencias emocionales en su vida puedan conversar con expertos para iniciar un proceso de sanación que es posible" menciona Oviedo. La duración de este proceso varía según las necesidades de cada persona, pero lo esencial es dar el primer paso hacia la recuperación.

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Sobre IGNIS
IGNIS es un centro dedicado a la prevención del abuso y las diversas formas de maltrato presentes en nuestra comunidad. Con una visión clara y un propósito definido, IGNIS trabaja incansablemente para establecer una cultura de buen trato, transparencia y confianza lúcida. Su misión es reducir al máximo el flagelo del abuso en todas sus formas, creando espacios seguros en los diferentes ambientes sociales.