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Personas menores de edad excluidos del sistema educativo corren riesgo de ser reclutados por bandas criminales.

Para la mayoría de las personas, las vacaciones de medio año son sinónimo de descanso y cambio en la rutina, sin embargo, para las y los profesionales en Orientación también representan un motivo para estar alertas al retornar las clases.

Después de este periodo, se suele presentar un mayor índice de exclusión educativa en las escuelas y colegios, lo que causa gran preocupación debido al mayor involucramiento de menores de edad en bandas criminales que se ha estado presentando en los últimos meses.

De acuerdo con datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al 8 de julio del presente año se han reportado 16 homicidios dolosos en personas con edades entre los 12 y 17 años y 174 entre los 18 y 29 años, siendo el ajuste de cuentas el principal móvil del total de este tipo de muertes, que en lo que va del año acumula 449.

Arlin Cascante, representante del Colegio de Profesionales en Orientación (CPO) explicó:

aunque no se puede generalizar, ya que se debe analizar cada contexto particular, comunidad, familia e individuo; es mayor el riesgo de que una persona que sea excluida del sistema educativo esté relacionada con situaciones de violencia, delincuencia o criminalidad, en relación con quienes continúan sus estudios”.

Para las personas expertas en Orientación, la preocupación no se trata solo de un tema académico, sino que, de alguna manera, el centro educativo es un espacio seguro que mantiene al estudiantado en un contexto controlado y lo prepara para la vida, impulsando el desarrollo de habilidades blandas, competencias y pensamiento crítico, entre otras fortalezas.

Cascante añadió:

La exclusión educativa afecta el desarrollo integral de niñas, niños, personas adolescentes, así como la población de jóvenes y adultos. El acceso a la educación es fundamental para su crecimiento pleno a nivel: cognitivo, emocional, laboral, económico y social. Por lo que el que no tengan acceso a la educación impacta de manera directa el desarrollo de su máximo potencial, así como el desarrollo de sus talentos y habilidades, dirigidos a la construcción de su proyecto de vida”.

Es evidente que, al estar fuera del centro educativo, especialmente las y los menores de edad se exponen a situaciones de riesgo, ya que pueden estar más expuestos a espacios de mayor criminalidad y problemática social, lo que les coloca en una gran vulnerabilidad.

El representante del CPO, Pablo Sibaja señaló:

La exclusión que se presenta después de las vacaciones de medio año siempre ha sido una situación que requiere esfuerzos integrales, para lo cual es fundamental contar con herramientas para tratar de mantener a las personas dentro del sistema educativo”.

El vocero agrega que, para ello, trabajar y motivar la comunicación es clave, buscando sobre todo que las familias se acerquen a los centros educativos, pues en algunas ocasiones, dependiendo de los contextos de las familias, se torna difícil de alcanzar.

Sibaja afirmó:

es importante que las familias pierdan el miedo cuando el centro educativo les contacte a través de las personas orientadoras o cualquiera otra persona funcionaria, porque lejos de convertirse en un enemigo, es un ente protector y facilitador, que busca mantener la permanencia de sus estudiantes”.

Algunas recomendaciones que brinda el CPO al personal docente son las siguientes:

  • Mantener la actualización sobre la información remitida por la Unidad para la Permanencia, Reincorporación y Éxito Educativo (UPRE) del MEP, acerca de los “Lineamientos para el abordaje de la exclusión, permanencia y reincorporación educativa, 2024”.
  • Activar según corresponda los protocolos:
    • Protocolo de reincorporación de personas al sistema educativo.
    • Protocolo para la permanencia estudiantil exitosa en el sistema educativo.
    • Protocolo pautas generales para el abordaje integral de la exclusión educativa.
  • Retomar el curso lectivo después de vacaciones con actividades que lleven a la población a sentir identificación y vinculación con cada centro educativo, planeando estrategias para la continuidad del segundo semestre del 2024.
  • Realizar un registro de las personas que no se han presentado a clases, para activar las alertas y brindar el seguimiento correspondiente.
  • Mantener la comunicación y el diálogo con las familias.
  • Articular con las instancias de la comunidad que pueden apoyar al acompañamiento particular que las personas estudiantes requieren para continuar sus estudios.

Las expertas y los expertos en Orientación subrayan que las diferentes estrategias deben ser sistemáticas y continuas, no solamente para la retención momentánea del estudiantado; sino más bien darle seguimiento a la persona para conocer, por ejemplo, si requiere más apoyo.

Además, es importante promover en los centros educativos a lo largo del año factores protectores para que niñas, niños y adolescentes permanezcan estudiando como el Festival Estudiantil de las Artes, festivales deportivos, la Semana Nacional de Orientación, la Semana de Prevención del Consumo de Sustancias Psicoactivas y otras.

Para el CPO, es fundamental dirigir los esfuerzos a las zonas del país, comunidades y centros educativos que han sido identificadas con mayores factores de riesgo y de exclusión educativa, así como generar sinergia interinstitucional y multisectorial con las organizaciones que representan factores protectores de cada comunidad, como lo es la salud, el arte, el deporte, la cultura, etc.