Debido a la creciente popularidad de los cigarrillos electrónicos o vapes, la Asociación Consumidores de Costa Rica insta a las autoridades u organizaciones correspondientes a adoptar un enfoque regulatorio riguroso y bien informado, basado en las mejores prácticas internacionales.
En particular, se destaca el proceso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y sus robustos análisis científicos para autorizar este tipo de productos. En junio, la FDA autorizó la comercialización de cuatro cigarrillos electrónicos con sabor a mentol en ese país, alegando que se pudo comprobar que, si bien estos productos tienen un nivel de riesgo, a su vez pueden ser beneficiosos para que adultos fumadores dejen el cigarro.
En otros países, como Francia y el Reino Unido, los vaporizadores o cigarrillos electrónicos forman parte de las políticas públicas para combatir el tabaquismo. Recientemente, Egipto, una nación en vías de desarrollo, se sumó a los países que levantaron las restricciones a los dispositivos electrónicos, con el objetivo de combatir el tabaquismo.
Estas prácticas internacionales contrastan con la postura del Ministerio de Salud en Costa Rica, que ha adoptado un enfoque alarmista y prohibicionista como consecuencia del preocupante aumento de afecciones relacionadas con el vapeo, y se ha quedado en la acción de prohibir (por ejemplo, la nicotina sintética) sin entrar a regular productos que están ingresando al país con escasos o nulos controles sanitarios.
Haría bien la vicepresidenta y ministra, Dra. Mary Munive, en informarse de las decisiones de agencias especializadas como la FDA para regular estos productos, tal como ya sucede con vacunas o medicamentos que se autorizan en el país previa aprobación de la FDA.
Implementar regulaciones basadas en las mejores prácticas internacionales no solo protegerá a los consumidores costarricenses y a los menores de edad, sino que también garantizará que el mercado de vapeo opere de manera segura y responsable, en línea con recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A nivel mundial ya hay suficiente literatura científica que apunta a que el riesgo que provocan los cigarrillos electrónicos no es el mismo riesgo de los cigarrillos de combustión, que sigue siendo la forma más peligrosa de consumir tabaco.
Es por ello que, debe buscarse un balance entre evitar que personas menores de edad o personas no fumadoras empiecen a consumir productos como cigarrillos electrónicos, e intentar que cada vez más adultos fumadores de cigarrillos se cambien a alternativas de menor riesgo.
Por ejemplo, un estudio publicado este año en el New England Journal of Medicine reveló que los cigarrillos electrónicos son más efectivos en las terapias de cesación del fumado que otros métodos utilizados en los sistemas de salud.
Consumidores de Costa Rica reafirma su compromiso de colaborar con las autoridades y otras partes interesadas para promover una regulación efectiva, que priorice la salud y el bienestar de la población, basados siempre en la información al consumidor, ya que todo consumidor por ley tiene derecho a recibir una información clara, veraz, suficiente y oportuna.
A su vez, la organización insta al Ministerio de Salud a cumplir con lo ordenado por la Sala Constitucional relacionado con la reglamentación de la Ley 10066, que precisamente regula estos productos, así como a tomar acciones contundentes para evaluar los productos que están en el mercado y determinar si son aptos o no para su comercialización en el país.
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