La obra llega de la mano de la Editorial Universidad de Costa Rica.
“Familia, academia, política y empresas se mezclan en un relato de vida, visión e historia costarricense”. Así inicia la descripción de Vida y legado; memorias en su contraportada. El libro del expresidente Miguel Ángel Rodríguez Echeverría (1998-2002) ofrece una visión introspectiva e íntima de su vida que comenzó a redactar durante la pandemia.
Publicado por Editorial Universidad de Costa Rica, se trata de una obra extensa: 558 páginas cargadas de anécdotas, luchas, logros, y sinsabores como parte de un ejercicio de reflexión y autoanálisis que demandó tres años. “Es un recuento de mi vida, desde la infancia hasta los tiempos que estoy viviendo. Es un relato en el que se mezclan las principales facetas de mi vida: familia, academia, empresas, política…. Lo más difícil fue escribir sobre la muerte de Miguel Alberto” (su hijo, quien falleció en un accidente a los 15 años, en 1979).
Si bien Rodríguez tiene 13 libros publicados, decenas de colaboraciones y cientos de artículos de opinión en periódicos y revistas es ahora, a sus 84 años, que aborda un proyecto de compilar y compartir su autobiografía. Su anhelo es que la obra “no solo sea algo para aquellos a quienes pueda interesarles el libro, sino, más importante, que le sirva a quienes tienen interés en la historia del país, para pensar en cómo construir un mejor futuro”.
El lector encontrará “un poquito de todo”, como lo describe el propio autor: memorias entretenidas, recuerdos duros, momentos de alegría y otros dolorosos. “En ocasiones el lector podrá encontrarse con formación de pensamiento y hay momentos para encontrar relatos. El libro es muy variado”, comparte el autor.
En Vida y legado; memorias Rodríguez repasa temas como el origen de su pensamiento económico a través del tiempo, sus actividades académicas y empresariales, sus proyectos como diputado, los principales logros de su gobierno, sus luchas contra la injusta persecución penal y su vida actual.
Semanas atrás, su esposa, la ex primera dama, Lorena Clare, presentó su propio autobiografía, de modo tal que lo que inició como una conversación informal de pareja sobre la necesidad de dejar un legado para sus nietos terminó convirtiéndose en todo un proyecto literario conjunto.