Una encuesta reciente de Cisco revela que el 98% de las reuniones ahora involucran al menos un participante remoto.
Con un aumento proyectado del 50% en dispositivos IoT para el 2027, las organizaciones enfrentan la necesidad urgente de adaptar sus redes para soportar esta avalancha de conectividad. Desde la adopción de nuevas tecnologías Wi-Fi hasta la expansión de cámaras inteligentes, el creciente volumen de datos generado por estos dispositivos podría saturar las redes y afectar negativamente el rendimiento y la fiabilidad.
El panorama laboral actual, caracterizado por oficinas descentralizadas y modelos de trabajo híbridos, agudiza este desafío. Una encuesta reciente de Cisco revela que el 98% de las reuniones ahora involucran al menos un participante remoto.
En este contexto, las redes deben ser capaces de gestionar de manera eficiente y segura la conexión de múltiples dispositivos, garantizando una experiencia fluida para los usuarios.
El gerente de Ingeniería para Centroamérica y Caribe de Cisco, Ariel Szternberg señaló:
Imagine invertir en pizarras interactivas para potenciar la colaboración entre colaboradores y luego experimentar problemas de red que dificultan el intercambio y almacenamiento de contenido. Esto no solo frustra a los trabajadores, sino que también perjudica la satisfacción de los clientes. Es fundamental asegurarnos de que nuestra infraestructura de red esté preparada para manejar la afluencia de dispositivos IoT y el aumento de datos que conllevan”.
Para preparar la red empresarial para la integración de más dispositivos IoT, Cisco recomienda a las organizaciones enfocarse en los siguientes aspectos clave:
- Seguridad de red robusta y adaptable: Implementar políticas de seguridad dinámicas que se ajusten según la identidad y el contexto del usuario. Esto reduce la necesidad de gestión manual y fortalece la protección contra las ciberamenazas en constante evolución.
- Experiencias digitales eficientes y optimización energética: Adoptar tecnologías que permitan conectar de manera segura y eficiente dispositivos de alto consumo energético, como sistemas de iluminación inteligente y cámaras. Esto optimiza la gestión energética y reduce los costos operativos.
- Gestión centralizada y simplificada: Utilizar una plataforma que centralice la administración de toda la red, incluyendo configuraciones y actualizaciones. Esto mejora la eficiencia operativa y minimiza errores.
- Visibilidad y control mejorados: Implementar herramientas que brinden visibilidad en tiempo real y telemetría avanzada para optimizar el rendimiento de la red y garantizar una experiencia fluida para los usuarios finales.
Para Szternberg, siguiendo estas recomendaciones se asegura que los dispositivos IoT dispongan de una red escalable y flexible de extremo a extremo, gestionada con facilidad y confianza; capaz de habilitar nuevos casos de uso mientras se optimizan costos operativos y de implementación.
“Volviendo al ejemplo anterior, preparar adecuadamente la red empresarial asegura que los empleados puedan acceder sin demoras a herramientas como pizarras interactivas, mientras que dispositivos no autorizados, como cámaras inteligentes, no tendrán acceso a las aplicaciones corporativas”, concluyó.