Este fin de semana habrá exhibición de vehículos eléctricos y los visitantes podrán conducirlos.
Para el 2010 en Costa Rica la flotilla de vehículos eléctricos era de 233 unidades, para junio de 2024 llegó a 1631, según datos del Ministerio de Ambiente y Energía. La mayoría son automotores, seguidos por carros especiales como montacargas y cuadraciclos, luego motos y bicimotos y en menor cantidad los de trabajo: carga Liviana, pickup, autobuses, microbuses y camiones pesados.
Según datos de Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (AIVEMA) el crecimiento de la industria automotriz eléctrica también se refleja en los datos de importación: durante el 2023 ingresaron al país más carros eléctricos que en el período comprendido entre los años 2018 (año de promulgación de la Ley de Incentivos a la Movilidad Eléctrica) y el 2022. Además, la cifra de importación del año pasado: 6.739 vehículos eléctricos, fue prácticamente alcanzada durante el primer semestre de este año.
El director ejecutivo de AIVEMA, Carlos Aguilar señaló:
Cada vez son más las personas que optan por este tipo de transporte y para aquellos que aún lo están pensando tenemos un Autoshow este fin de semana, en el Centro Comercial Aleste en Curridabat y los asistentes podrán no solo ver los 30 modelos en exhibición, sino que también podrán conducirlos”.
La feria se realizará viernes 5, sábado 6 y domingo 7 de julio con horario de 11 am a 7 pm, participan 11 agencias asociadas a AIVEMA, así como entidades bancarias, ofreciendo asesoría y condiciones especiales de financiamiento, la entrada es gratuita.
Los asistentes podrán conocer más sobre la movilidad eléctrica, las ventajas que tiene, la economía que representa para el propietario; y si deciden ser parte de ello, tendrán una gran variedad donde escoger.
Aguilar agregó:
Esto significa que cada día más consumidores se suman a la movilidad eléctrica, pues toman conciencia de la reducción de las emisiones de gases en beneficio del ambiente, pero también se benefician desde el punto de vista económico de la reducción de gastos derivados de su uso diario ya que la carga eléctrica es más barata que el combustible fósil, y en el largo plazo el mantenimiento del vehículo eléctrico es menor y menos frecuente que en los de combustión”.