La agrupación se presentará en el Teatro Popular Melico Salazar los próximos 27 y 28 de julio.
El Ballet Nacional de Cuba regresará este mes de julio a las tablas costarricenses, con una presentación que incluirá algunas de sus más grandes obras y que se realizará los próximos 27 y 28 de julio en el Teatro Popular Melico Salazar.
Los espectáculos empezarán a las 5 de la tarde ambos días y traerán novedades, no solo para los amantes del ballet, sino también para el público en general que podrá ver obras inéditas en nuestro país.
La agrupación llegará a Costa Rica con 45 de sus integrantes, sus principales figuras y un programa cargado de dos grandes títulos contemporáneos y de un pas de deux clásico: el ballet “Carmen Suite” (Bizet/ Shchedrín) coreografiado por el cubano Alberto Alonso; el ballet “Dionaea” (Heitor Villa-Lobos) nunca visto en Costa Rica y del coreógrafo cubano, Gustavo Herrera; y el pas de deux completo del Ballet El Corsario (A. Adam) de Alicia Alonso.
El Ballet Nacional de Cuba es una de las más prestigiosas compañías de ballet del mundo, debido al rigor artístico y técnico de sus bailarines y la amplitud y diversidad en la concepción estética de sus coreógrafos.
Su fallecida fundadora, Alicia Alonso, es una de las personalidades más relevantes en la historia de la danza y durante su última visita a Costa Rica esta bailarina y gestora artística recibió de la Universidad de Costa Rica un doctorado Honoris Causa, en reconocimiento a su labor en el estímulo y desarrollo del ballet en América.
Gracias a este respaldo internacional, la compañía desarrolla un permanente programa de giras internacionales y llegará a Costa Rica después de sus presentaciones en Europa. Las entradas ya están a la venta en Eticket.cr y los precios van desde los ₡25.000 hasta los ₡66.000.
El Ballet Nacional de Cuba y Costa Rica festejan sus “Bodas de Diamante”
En el marco de estas presentaciones, la directora de la Compañía del Ballet Nacional de Cuba y Primera Bailarina, Viengsay Valdés, dio una entrevista para la organización del concierto en la que señaló que estos conciertos serán las “Bodas de Diamante” del grupo con Costa Rica:
Comentaré un poquito de la esencia que nos une con el público costarricense. El Ballet Nacional de Cuba se presentó por primera vez en Costa Rica, como parte de una famosa gira que realizó en 1949, poco tiempo después de su fundación. Existe una hermosa tradición popular mediante la que se adjudica una piedra preciosa, una flor, un elemento natural a cada año en que se cumple un nuevo aniversario de la fecha en que dos personas se unen en matrimonio. Esta tradición ha propiciado que se haga extensiva la denominación a los aniversarios de instituciones, eventos, o de un acontecimiento significativo. Este año, por tanto, el Ballet y Costa Rica festejan sus 'Bodas de Diamante'. La compañía celebra el aniversario 75 de su primer encuentro con el público costarricense. Coinciden esos mismos años con los que cumplió nuestra compañía el pasado 2023. De esta manera, festejamos 75 años de recibir del público costarricense muestras de respeto, admiración y cariño. ¿Qué puede esperar entonces el público de Costa Rica del BNC?, todo el arte que entregamos en cada una de nuestras actuaciones: lo mejor de nosotros como artistas y como seres humanos".
- ¿Qué significa para ustedes ofrecer este espectáculo en Costa Rica?
Siempre nos complace bailar para el público costarricense. Tenemos la satisfacción de que en los últimos años hemos regresado con mayor frecuencia, en parte gracias a la reconocida empresaria Flor Carreras , quien ha trabajado con nuestra compañía desde hace muchos años, incluso junto a nuestra Alicia Alonso.
Para esta oportunidad me he propuesto traer un programa variado y amplio en cuanto a estilos y maneras de danzar, y que a la vez nos identifique. Ofreceremos uno de los grandes pas de deux del repertorio tradicional: El corsario, muy popular entre los amantes del ballet, y dos obras que ya son clásicas de la coreografía cubana y latinoamericana: Dionaea, de Gustavo Herrera y Carmen, en la afamada versión de Alberto Alonso.
- ¿De qué manera continúan perpetuando el legado de Alicia Alonso, así como la técnica cubana de ballet creada por sus grandes exponentes? y ¿de qué manera el BNC continúa siendo un semillero de grandes bailarines y de futuras generaciones de bailarines cubanos?
Las respuestas a estas dos preguntas las agruparé en una sola, y lo voy a resumir con tres palabras esenciales: trabajo, disciplina y perseverancia. Ahí radica el principio de todo éxito en la vida, pero además, siendo fieles a su historia, a su tradición y a lo que Alicia y Fernando nos inculcaron; transmitimos esas enseñanzas a los jóvenes bailarines que son el futuro de la compañía.
También, por supuesto, enfocándonos en mantener los estándares de excelencia creados y establecidos por nuestros fundadores, sin dejar de pensar en la actualidad y en el futuro.
El ballet es, quizás más que ninguna otra de las manifestaciones artísticas, un arte de tradición. Es como una gran cadena integrada por distintos eslabones (las diferentes generaciones). Nos corresponde a nosotros transmitir a los nuevos bailarines lo que aprendimos de nuestros fundadores y de las generaciones que nos precedieron.
- ¿Qué balance hacen de su más reciente gira emprendida por países europeos?
Fue una gira intensa, con muchos viajes y un tiempo prolongado (2 meses). El público español nos acogió con el mismo entusiasmo de siempre y nosotros nos entregamos plenamente en cada función. Así lo confirmaron las muestras de afecto, empatía y las largas ovaciones acompañadas de gritos: ¡Bravo! (y en algunos casos ¡Cuba! y ¡Viva Cuba!) que recibimos en todas las funciones ofrecidas, 28 en total: 19 de la versión integral en un prólogo y tres actos de Don Quijote, y nueve programas concierto danzario en los que, indistintamente, se escenificaron obras de diferentes estilos de nuestro vasto repertorio.
La gira abarcó la capital de Portugal y 21 ciudades españolas. La primera vez que el BNC se presentó en España, fue en 1969, por tanto estábamos celebrando el aniversario 55 de nuestro debut en ese país. Propició el encuentro con nuevos públicos y una nueva ciudad: Estepona, donde nunca antes había actuado la compañía. También posibilitó que varios jóvenes bailarines asumieran por primera vez roles importantes dentro de las obras presentadas. Hasta jóvenes muy talentosos que no habían culminado su formación danzaria y aún eran alumnos de la Escuela Nacional de Ballet “Fernando Alonso” tuvieron la oportunidad de estrenarse en papeles destacados; de esta forma se sintieron integrados a nuestro conjunto.
Como directora y también como bailarina estoy satisfecha con los resultados artísticos que obtuvimos.
Sobre el programa
El Ballet Carmen Suite está basado en la novela de P. Mérimée y la música de la famosa Ópera de G. Bizet con adaptación de R. Shchedrín. Es una coreografía de Alberto Alonso, originalmente hecha para la Compañía Bolshoi de Moscú, y habla de una trabajadora de una Tabacalera en la Sevilla del S. XIX, Carmen, una apasionada mujer de espíritu libre que, envuelta en una pelea de contrabandistas, termina en prisión. Enamorada de su captor, este la libera pero un famoso torero trata de conquistarla y el destino -personificado por el toro- la lleva a la muerte a manos de quien más la ama. Carmen Suite es un ballet atemporal, una bella danza-drama de imperecedera vigencia.
Dionaea, del maestro Gustavo Herrera sobre música de Villa-Lobos, más que un ballet es una experiencia que, por su fuerza dramática, su composición coreográfica y su hilada narrativa, convierte al espectador en una “víctima” en los tentáculos de la dionaea muscipula, una misteriosa y exótica planta carnívora que crece en humedales y pantanos. La obra atrapa al público con la música del compositor brasileño y con el movimiento articulado de los bailarines y de sus brazos que se convierten en cilios que retienen a su presa. Ver Dionaea es una experiencia que mantiene al público en expectativa, en una verdadera trama de suspenso.
Finalmente, el Pas de deux del Ballet El Corsario (A. Adam) con coreografía de Alicia Alonso (Petipa/Perrot), es una pieza obligada del repertorio clásico mundial. Interpretada por el Ballet Nacional de Cuba, muestra el nivel técnico e interpretativo de la Compañía y su versatilidad desde lo romántico y clásico hasta lo contemporáneo y atrevido.